El pasado viernes 2 de octubre, Emmanuel Macron, presidente de Francia, declaró que la educación en el hogar estaría, desde el inicio del año escolar 2021, “estrictamente limitada, en particular a los requisitos de salud”, y que la “educación” se haría “obligatoria” a partir de los tres años de edad.
Al hacerlo, con el pretexto de luchar contra el “separatismo”, declara la guerra a todos aquellos cuya religión no es el secularismo masónico.
El plan presentado por Emmanuel Macron es simplemente la implementación del proyecto de logias masónicas cuyo ex ministro de Educación Nacional Vincent Peillon -él mismo masón- había descrito el contenido en su libro “Una religión para el República” (Seuil, 2010).
Vincent Peillon
“Esta la operación consiste en cambiar la naturaleza misma de la religión, de Dios, de Cristo, y de derribar definitivamente a la Iglesia con la fe secular”, continuó Peillon.
“En nuestros valores, la Educación tiene como objetivo arrancar a los niños del determinismo social y religioso”, advirtió a su vez Christiane Taubira a la Asamblea Nacional el 3 de febrero de 2013.
Emmanuel Macron quiere lograrlo
Hoy, Emmanuel Macron quiere apoderarse de los más de 50.000 niños que siguen la educación en casa.
Mañana, buscará apoderarse de los niños que asisten a escuelas privadas. Macron anunció así que las escuelas privadas serían monitoreadas más de cerca, en particular con respecto a la "ruta del personal", el "contenido educativo de la enseñanza" y "el origen de la financiación". Emmanuel Macron también dijo que era consciente del riesgo de "despertar pasiones que nuestro país pudo haber conocido".
El presidente de Francia ha afirmado que ya no quiere que haya hijos "fuera del sistema".
Para hacer que este proyecto sea más fácil de tragar para los franceses, Emmanuel Macron ha camuflado su plan con un disfraz: la lucha contra el islamismo. Desafortunadamente, el método es inteligente para ocultar los problemas reales de este proyecto.
Emmanuel Macron, sin embargo, reconoció que “esta fue sin duda una de las decisiones más radicales desde las leyes de 1882 que aseguraron la mezcla escolar entre niños y niñas en 1969” (cuando se gestó la reforma educativa que permitió las escuelas mixtas).
El proyecto de ley será debatido en Consejo de Ministros el 9 de diciembre.
Hoy, Emmanuel Macron quiere apoderarse de los más de 50.000 niños que siguen la educación en casa.
Mañana, buscará apoderarse de los niños que asisten a escuelas privadas. Macron anunció así que las escuelas privadas serían monitoreadas más de cerca, en particular con respecto a la "ruta del personal", el "contenido educativo de la enseñanza" y "el origen de la financiación". Emmanuel Macron también dijo que era consciente del riesgo de "despertar pasiones que nuestro país pudo haber conocido".
El presidente de Francia ha afirmado que ya no quiere que haya hijos "fuera del sistema".
Para hacer que este proyecto sea más fácil de tragar para los franceses, Emmanuel Macron ha camuflado su plan con un disfraz: la lucha contra el islamismo. Desafortunadamente, el método es inteligente para ocultar los problemas reales de este proyecto.
Emmanuel Macron, sin embargo, reconoció que “esta fue sin duda una de las decisiones más radicales desde las leyes de 1882 que aseguraron la mezcla escolar entre niños y niñas en 1969” (cuando se gestó la reforma educativa que permitió las escuelas mixtas).
El proyecto de ley será debatido en Consejo de Ministros el 9 de diciembre.
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