Las mujeres italianas ahora pueden usar píldoras abortivas sin supervisión médica durante las primeras nueve semanas de embarazo, según las pautas anunciadas este mes por el ministro de Salud, Roberto Speranza.
El régimen de píldoras abortivas de dos dosis ha estado disponible en Italia desde 2009, pero requería que la primera píldora, mifepristona, se tomara en un hospital. Sin embargo, ahora las mujeres podrán usar tanto la mifepristona como el misoprostol en sus propios hogares, informó Associated Press. Speranza elogió el cambio como "un importante paso adelante".
En 2017 se informaron más de 80.000 abortos en Italia, el 20 por ciento de los cuales se realizaron mediante píldoras, según la Agencia Católica de Noticias. Se espera que la eliminación del requisito de hospitalización aumente tanto el número total de abortos como la proporción de ellos cometidos químicamente.
La legisladora conservadora Giorgia Meloni se pronunció en contra del cambio de reglas, advirtiendo que el cambio a abortos "hágalo usted mismo" significa que las mujeres se someterán al procedimiento sin profesionales médicos esperando en caso de que algo salga mal; más bien, tendrían que "experimentar un procedimiento difícil y peligroso en soledad".
Marina Casini, presidenta del grupo pro-vida italiano Movimento per la Vita, dijo que el cambio era parte de un esfuerzo de propaganda para reformular el aborto como un "hecho trivial - después de todo, es suficiente beber un vaso de agua - para hacernos olvidar que está en juego la destrucción de un ser humano en la etapa prenatal".
“Es mucho menos costoso darle este producto a la mujer y decirle: hágalo usted misma, hágalo sola”, agregó Casini. “Ahorra camas, anestesia e incluso la inversión humana de médicos y trabajadores de la salud. Hay un buen recorte en el gasto, sin embargo, se lleva a cabo en la piel de los niños en camino al parto y de sus madres”.
En todo el mundo, las píldoras abortivas son un tema de gran interés para el debate sobre el aborto, debido a su potencial para aumentar drásticamente los abortos y eludir las regulaciones (a través de organizaciones que envían píldoras abortivas por todo el planeta, independientemente de las leyes y normas locales del receptor sobre el tema).
“Además de los más de 3.7 millones de niños asesinados legalmente por la píldora abortiva, existe un importante cuerpo de investigación que muestra que los abortos químicos representan serios riesgos para la salud de las mujeres”, argumentaron los líderes pro-vida estadounidenses Lila Rose y Michael New en un artículo de opinión la semana pasada instando a Estados Unidos a prohibir la píldora.
"Por ejemplo, un estudio de 2015 que apareció en Obstetrics and Gynecology analizó datos completos de los registros de facturación de Medicaid en California", escribieron. “Encontró que los abortos químicos resultan en una tasa de complicaciones cuatro veces mayor que la de los abortos quirúrgicos en el primer trimestre. El riesgo de una complicación mayor con un aborto químico fue casi el doble que el riesgo de una complicación mayor con un aborto quirúrgico en el primer trimestre. Además, un estudio de 2009 de más de 42.000 mujeres de Finlandia encontró que el 20 por ciento de las mujeres que se sometieron a abortos químicos experimentaron un 'evento adverso' después".
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