jueves, 18 de junio de 2020

TEMPLOS EN LLAMAS

Crear ídolos humanos con el apoyo religioso, es típicamente pagano y quienes así lo hacen, niegan la doctrina de Cristo y nos exponen a la violencia política y a una mayor crisis moral. Jorge Santayana, filósofo cubano dijo: “los pueblos que olvidan su pasado están condenados a repetirlo”.

Por Carlos E. Viana *

“Cristo conoce la fragilidad humana, ha querido separar por acciones propias y de distinto carácter las funciones de los dos poderes, queriendo salvar a los suyos por una saludable humildad e impedirles caer en la humana soberbia” - Hincmar, Obispo de Lion, S. IX


La Única Persecución Contra la Iglesia de la Historia Argentina

El histórico templo de Santo Domingo, sufrió dos ataques en su centenaria historia, el primero al ser tomado por los británicos en 1807 y el segundo, por grupos peronistas en la noche del 16 de junio de 1955. Seguramente el General Belgrano cuyos restos reposan en la entrada del templo quemado, habrá pronunciado por segunda vez su frase póstuma: “hay Patria mia”.

El oficial de Bomberos Rómulo Pérez Algaba que estaba al frente de la dotación de bomberos que se dirigió a apagar el incendio, relató en la Comisión Investigadora, el 28 de diciembre de 1955, ya triunfante la Revolución Libertadora:

“Llegué a Santo Domingo y vi que se encontraba agobiada de gente impidiéndole al personal, a la dotación, que desarrollara sus tareas. Lo llamé al oficial Juárez y al mismo tiempo que hablé con los cabecillas de esa gente, que era una cantidad grandísima, ví que había un camión con un tanque sistema playero y atracado con la culata sobre la iglesia. De ahí sacaban nafta con jarras de aluminio”.


Martirio y asesinato del Padre Jacobo Wagner (octogenario)

La misma noche, los incendiarios de la Iglesia Nuestra Señora de Las Victorias, golpearon al octogenario padre Jacobo Wagner en la cabeza con una barreta y le fracturaron ambas piernas, muriendo este mártir días después.

Un sacristán de la Iglesia de San Francisco declaró respecto de aquella fatídica noche: “La gran mayoría eran hombres jóvenes, que vestían pilotos porque estaba lloviendo (...) Utilizaron damajuanas con nafta, las que acarreaban desde automóviles lujosos. Oí también fuertes explosiones, como si utilizaran bombas y también un intenso tiroteo. Todos los vidrios del convento fueron rotos a tiros. Fue una orgía de balazos, fuego y explosiones”. 

Templo San Ignacio de Loyola

El ataque incendiario se extendió al templo San Ignacio de Loyola, fundado por los Padres Jesuitas en 1675, perdiéndose cuatro siglos de valiosos archivos históricos. La Curia de la Catedral Metropolitana también ardió y fue saqueada, lo mismo que los templos de Santo Domingo de Guzmán, Nuestra Señora de la Piedad del Monte Calvario, San Miguel Arcángel, Nuestra Señora de las Victorias, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, San Nicolás de Bari y San Juan Bautista entre otros, ya que el ataque también se efectuó en otros lugares de la Nación, alcanzando a catorce templos.

Iglesia de San Francisco

Las bandas gubernamentales incendiarias, partieron del Ministerio de Salud Pública, de la sede del Partido Peronista y del Servicio de Informaciones.

Aquella noche, el dictador le preguntó a sus compañeros “¿Arden las Iglesias?”

El peronismo esgrime en su defensa el bombardeo de la Plaza de Mayo y la Casa de Gobierno de ese mismo día, pero los aviones no fueron piloteados por sacerdotes y la persecución contra la Iglesia había comenzado un año antes.

El motivo de fondo, la tiranía no podía convivir con otro poder aunque este fuera religioso.


¿Cuáles fueron los motivos de la persecución?

San Pío XII, desde su asunción como Papa, salvó más de 700.000 judíos de la persecución del Nacional Socialismo. Como reconocimiento, fue condecorado por el Premier de Israel Ben Gurion.

San Pío XII
Esta fue la primer diferencia con el dictador argentino, quien había llegado al poder merced al golpe de estado del 4 de junio de 1943, apoyado por Hitler mediante el General Wilhelm Faupel, del Instituto Iberoamericano y del jefe del servicio de inteligencia de la SS, general Walter Shellenberg.

Sin embargo Pío XII que había enfrentado al nacional Socialismo, se enfrentaba en la posguerra con otro enemigo peor, el comunismo. En Argentina, la Iglesia se alió así al peronismo para enfrentar a la Unión democrática, una coalición con los más socialistas de los radicales y entre otras fuerzas el Partido Comunista.

La Iglesia comenzó a sentirse incómoda cuando desde 1948, el régimen comenzó a presentarse como el auténtico intérprete de Cristo y avanzó hacia el establecimiento de una Iglesia Nacional, con base en la Doctrina Peronista.

Raúl Mendé, uno de los ministros más capaces de Perón y que acompaño a Eva Perón en sus últimos días; siendo Director de la Escuela Superior Peronista, escribió estas palabras en “Mundo Peronista”: “Cristo tuvo el defecto de su gran corazón. En esto corren parejo Perón y Cristo… Cristo se conformó con preparar al mundo… Perón le sacó ventaja (a Cristo), realizó el cristianismo. Nada de conformarse con sermoncitos. Cristo palabras, Perón hechos. Por eso Perón es el rostro de Dios rutilando en la obscuridad de las tinieblas de esta hora” (Sebreli p. , Cichero Marta; Gambini Hugo, Historia del Peronismo 2, Planeta Editor, Buenos Aires, 2.001). Estas frases de Mendé comparando a Cristo con Perón fueron compartidas en los discursos de Eva Duarte.

Por su Parte Delia Degliumini de Parodi, a la sazón, Presidenta de la Rama Femenina del Partido Peronista, afirmó: “Nuestro Dios en la tierra es Perón, porque es el único hombre que nos ha hecho sentir su cercanía mejor que cualquier misionero, hubiera podido hacerlo” (Sebreli, “Crítica de las Ideas Políticas Argentinas”)

Para 1953, los libros de texto de las escuelas primarias comenzaron a tener elogios extraordinarios de carácter casi religioso sobre Eva Duarte, con menciones como “hada buena”, “estrella”, “reina”. “Perón es bueno, Evita me ama”.


El dictador le estaba dando a su imagen una connotación divina. La Iglesia nunca había aceptado que un personaje político se transformara en una deidad y mantuvo aparte su autoridad desde los tiempos del Evangelio: “Mi Reino no es de este mundo” y “Dadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, había pronunciado el Salvador. Sin embargo dada la personalidad y la ideología de Perón, él no podía tolerar otro poder importante dentro de Argentina.


¿Cómo se desencadenó la persecución contra la Iglesia?

En la Iglesia se comenzó a ver con preocupación estos cultos y su avance en la educación, la creación de la UES y los juegos del dictador con las chicas de esta organización, que incluían una sala para abortos en la quinta presidencial de Olivos.

Para 1954, con el apoyo de sectores religiosos se comenzó a organizar, sobre la base del nacionalismo católico, el Partido Demócrata Cristiano, que en el mundo había sido el arma política de Pío XII para derrotar el comunismo y afianzar la democracia en Italia, Alemania y los Países Bajos.

En el discurso del 17 de octubre de 1.954, Perón atacó indirectamente a la Iglesia, haciendo referencia a “los enemigos emboscados”… “Para ser dirigente peronista, hay que ser más peronista que ninguna otra cosa”.

El 10 de noviembre de 1954, Perón expresó públicamente en una reunión de gobernadores, que había curas y prelados que desarrollaban actividades perturbadoras y acusó especialmente a tres diócesis, la de Córdoba, Santa Fe y La Rioja. Varios sacerdotes fueron detenidos.

Ya comenzado 1955, en la Carta Pastoral de Cuaresma los obispos hicieron leer en todas las iglesias un documento reclamando por la prohibición de procesiones religiosas, de audiciones en los medios radiales y la remoción de funcionarios públicos por ser católicos. Los arrestos de sacerdotes y dirigentes católicos continuaron creciendo en todo el país y algunos de ellos debieron exiliarse.

El 11 de junio de 1955, se produjo para la festividad de Corpus Christi, una manifestación de 200.000 personas, que se quejaron de la persecución del gobierno a la Iglesia. Perón hizo quemar una bandera argentina en una comisaría para acusar a los manifestantes. El gobierno dispuso más detenciones de católicos.

El 12 de junio de 1955 fue atacada la Catedral Metropolitana con pedradas lanzadas por grupos de choque del gobierno, hiriendo a muchos creyentes que habían concurrido a misa, mientras la policía montada cargaba a sablazos contra los católicos que salían de la misma y otros detenían a fieles dentro de la Iglesia. Se prohibió en todo el país, a los integrantes de las Fuerzas Armadas y de Seguridad asistir a Misa y se arrestó a los que no cumplían la orden habían.

Dos días después el 14 de junio un decreto del dictador exoneró a Monseñor Tato de sus cargos de Provisor y Vicario General, Obispo Auxiliar y Canónigo y a Monseñor Ramón Pablo Novoa, se los maltrató violentamente y el 15 se los expulsó del país, poniéndolos por la fuerza en un vuelo a Roma, a pesar que eran argentinos.

El Vaticano dispuso inmediatamente la excomunión de los responsables del hecho.

En las primeras horas del 15 de junio, fueron allanados en Buenos Aires y en el interior, parroquias, asilos, colegios, seminarios, monasterios y todos los locales en que funcionaban centros o círculos de la Acción Católica y clausuradas las sedes de la junta central, consejos femeninos y consejos de hombres. Cientos de sacerdotes y miles de católicos fueron arrestados.


Excomulgan a Perón

“Datum Romae, ex Aedibus S. Congregationis Consistorialis, die 16 Iunii 1955

Fr. A. I. Card. Piazza, Ep Sabinen, et Mandelen, a Secretiis S. Iosephus Ferretto, Adsessor”.


“Dado que recientemente han sido conculcados de muchas maneras en la República Argentina los derechos de la Iglesia y se ha usado violencia contra personas eclesiásticas y últimamente no solo se ha osado poner las manos violentamente en la persona del excelentísimo señor don Manuel Tato, obispo titular de Aulón, auxiliar y vicario general de la arquidiócesis de Buenos Aires, sino también se le ha impedido el ejercicio de su jurisdicción y se le ha expulsado del territorio argentino, la Sagrada Congregación Consistorial declara y advierte que todos aquellos que han cometido tales delitos, o sean funcionarios de todo tipo y categoría y los cómplices necesarios que hicieron que se realizasen los mismos, y aquéllos que han inducido a su comisión, que de otro modo no hubiera sido ejecutada, han incurrido en la excomunión “latae sententiae” reservada a la Santa Sede, de conformidad con los cánones 2343, párrafo 3; 2334, Nº 2; 2209, párrafo 1, 2 y 3 del Código de Derecho Canónico, y son pasibles de las demás penas establecidas por los Sagrados Cánones.

Dado en Roma, en la sede de la Congregación Consistorial, 16 de junio de 1955.

Firmado. Cardenal Piazza, secretario; José Ferreto, asesor”


Fuente: Publicada en “Osservatore Romano”, junio 16 de 1955.


“Latae sententiae” significa la excomunión automática “de modo que incurre ipso facto en ella quien comete el delito”. Se trata de delitos sumamente graves: apostasía, herejía o cisma. (Canon 1364).

Prueba de la gravedad de la sanción es la carta de arrepentimiento pidiendo perdón, que el propio General Perón, elevó a la Santa Sede, en 1962. Actuó como mediador el Arzobispo de Madrid, Mons. Eijo y Garay, con el influjo del General Franco. El texto de la misma es el siguiente:

“Beatísimo Padre: El que suscribe, Juan Domingo Perón, domiciliado en Madrid, Ciudad Puerta de Hierro –Sector Fuentelarreina— Quinta 17 de Octubre, temiendo haber incurrido en la excomunión Speciali Modi, reservada, conforme a la declaración de la Santa Congregación del 16 de junio de 1955 (Acta Apostolicae Sedis, Vol XXII, p.412) sinceramente arrepentido, pide, por lo menos ad cautelam, la absolution”

El 13 de Agosto de 1971 se dieron a conocer los textos de la carta y del acta. La Santa Sede reconoció su autenticidad con una declaración del 7/IX/71. En esa ocasión la declaración daba cuenta de que: Perón, a pedido suyo, fue absuelto de la excomunión por un rescripto (decisión papal) de la Congregación Consistorial el 18 de enero de 1963.

Crear ídolos humanos con el apoyo religioso, es típicamente pagano y quienes así lo hacen, niegan la doctrina de Cristo y nos exponen a la violencia política y a una mayor crisis moral. Jorge Santayana, filósofo cubano dijo: “los pueblos que olvidan su pasado están condenados a repetirlo”.


Dr. Carlos E. Viana

* Politólogo, periodista, Prof. Universitario, autor de “El Escenario Político Sobreiluminado”(2006). “El Fenómeno Político” (UMSA, Kindle Amazon 2017). “El Poder Político sobre el Poder Económico” (Kindle- Amazon 2017). 


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