El cardenal Pell ha sido declarado inocente tras la apelación de su sentencia luego de ser condenado en Marzo de 2019.
El prelado australiano de 78 años fue absuelto por el beneficio de la duda tras pasar un año en prisión injustamente.
Durante el juicio que fue armado contra el cardenal, se presentaron pruebas concluyentes que no fueron tenidas en cuenta hasta ahora, cuando se revisó su caso en la Corte Suprema australiana.
Las infames acusaciones contra Pell fueron presentadas el año 2015, cuando una de las supuestas “víctimas” denunció ante la Policía de Victoria que “había sufrido abusos sexuales en dos ocasiones” por parte del prelado, poco después de que fuera nombrado arzobispo de Melbourne en 1996.
Tras enterarse del anuncio de su absolución Pell dijo que se reparaba "una injusticia grave".
"Mi juicio no era un referéndum sobre la iglesia católica ni sobre cómo las autoridades eclesiásticas de Australia trataron el delito de pederastia en la iglesia. La pregunta era si yo había cometido estos delitos horribles, y no es el caso", añadió.
El ex Secretario de Economía del Vaticano fue condenado en marzo de 2019 a seis años de prisión por “violencia sexual contra dos adolescentes en 1996 y 1997 en la catedral de San Patricio de Melbourne”, de la cual era arzobispo.
En diciembre de 2018, un jurado condenó a Pell y la sentencia fue confirmada por un panel de tres jueces del Tribunal de Apelación del estado de Victoria en agosto pasado, en un dictamen dividido (2 contra 1).
El martes, el Tribunal Superior de Australia de Brisbane estimó que había "una posibilidad significativa de que una persona inocente haya sido condenada porque las pruebas no han establecido su culpabilidad según el nivel de prueba requerido".
Los siete magistrados del Tribunal Superior establecieron por unanimidad que el tribunal inferior "había omitido abordar si existía una posibilidad razonable de que el delito no se hubiera cometido, de modo que debería haber habido una duda razonable sobre la culpabilidad".
Los abogados del prelado denunciaron durante el juicio una "acumulación de inverosimilitudes", como por ejemplo el hecho de que el arzobispo no habría tenido la oportunidad ni el tiempo de agredir a los monaguillos en la sacristía de la catedral al final de la misa.
Una vez conocida su absolución, el cardenal salió a las pocas horas de la cárcel estatal de Victoria, donde pasó un año encerrado.
El ex tesorero del Vaticano permanece en el sacerdocio, pero su futuro papel en la iglesia católica sigue siendo incierto.
Durante su juicio, fue apartado de las principales instancias de la iglesia, pero el Vaticano se ha resistido a abrir una investigación interna.
Con informacion de AFP
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