El obispo que celebró el funeral del padre Evan Harkins recordó al sacerdote como un hombre amable que amaba el sacerdocio y la Iglesia. El obispo dijo que el padre Harkins, quien se suicidó el mes pasado, no sufría depresión, y que los efectos secundarios de un medicamento recetado pueden haber contribuido a la muerte del sacerdote.
“En principio, quiero expresar nuestra pena y nuestra promesa de amor y oración por usted, Padre”, dijo el obispo James Vann Johnston en su homilía en el funeral del 1 de febrero.
“De repente y misteriosamente has recibido una porción más completa de la cruz. Pero también queremos expresarte nuestra gratitud. Porque siempre estuvo claro cuán profundamente el Padre Evan estuvo arraigado en la vida de su familia”.
El padre Harkins, de 34 años, murió por suicidio el 28 de enero. Su funeral se celebró en la Iglesia Católica St. Therese North en Parkville, Missouri.
Su obispo, Vann Johnston de Kansas City-St. Joseph, fue el celebrante principal y homilista.
La muerte del padre Harkins conmocionó a los feligreses de la Iglesia Católica St. James en St. Joseph, MO.
Harkins había sido pastor de esa parroquia desde 2012, y su muerte fue descubierta cuando no llegó a la misa diaria.
Desde su muerte, los feligreses y amigos se han preguntado qué factores podrían haber contribuido a la decisión del sacerdote de terminar con su vida.
El obispo Johnston se dirigió a estos rumores en su homilía.
“El Padre Evan Harkins fue consistente como un sacerdote alegre, lleno de fe, esperanzado y dedicado. Nunca experimentó depresión o desesperación”, dijo el obispo Johnston.
El padre Harkins "caminó por el lado soleado de la vida", agregó el obispo.
National Catholic Register
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