Por Edwin Benson
En su informe de 2019 pide $ 264 mil millones. Estados Unidos paga el veintidós por ciento de los gastos de la ONU. Combine esos dos números, y la participación de los Estados Unidos es un poco más de $ 58 mil millones. Ese dinero finalmente proviene de los impuestos federales.
El UNFPA
La ONU estableció el Fondo en 1969 como el “Fondo de las Naciones Unidas para Actividades de Población”. Aunque adoptó su nombre actual en 1987, todavía usa sus siglas anteriores: UNFPA.
Un vistazo rápido al sitio web del UNFPA revela rápidamente la orientación feminista de la organización. Uno de sus primeros objetivos es "Garantizar derechos y opciones para todos". Lujosamente ilustrado, pocos hombres aparecen en sus páginas. Después de todo, la ideología feminista niega cualquier papel de toma de decisiones a los futuros padres.
Para conmemorar su cincuentenario en 2019, el UNFPA dedicó parte de sus actividades web a una página llamada "Iconos y activistas: 50 años de personas haciendo cambios".
El fondo es una imagen de mujeres gritando levantando los puños en un gesto revolucionario. Al desplazarse hacia abajo se revela la declaración: “Durante 50 años, los íconos y activistas del mundo han realizado cambios que afectan las vidas de millones de mujeres y niñas. Hoy en día, las personas tienen más probabilidades que nunca de disfrutar de los derechos y opciones reproductivas. Es un logro extraordinario, una inspiración para todos nosotros”.
Dos "íconos" son Margaret Sanger y Cecile Richards, fundadora y reciente presidenta, respectivamente, del gigante del aborto Planned Parenthood. Otros nombres familiares incluyen Melinda Gates, Bella Abzug, Gloria Steinem, Margaret Atwood y Christiane Amanpour, todas ellas fuertemente pro-abortistas.
La "necesidad insatisfecha"
Gran parte del dinero que solicita el UNFPA se destinaría a poner fin a "la necesidad no satisfecha o la planificación familiar". Según el informe, "Hay 232 millones de mujeres en los países en desarrollo que quieren prevenir sus embarazos pero no usan anticonceptivos modernos". La cifra no está documentada, y aparentemente se supone que los lectores la deben aceptar ciegamente.
Como se esperaba, el informe no contiene ningún lenguaje que se refiera a ninguna dimensión moral con respecto a la reproducción humana. La mentalidad de "haz lo tuyo" que prevalecía en el momento de la fundación del UNFPA en 1969, todavía prevalece.
El informe afirma un "progreso sustancial" en el uso de métodos "modernos".
"El número de mujeres que utilizan métodos anticonceptivos modernos casi se ha duplicado de 470 millones en 1990 a 840 millones en 2018". El UNFPA quiere extender la anticoncepción a todos dentro de diez años a un costo de $ 12.00 por destinatario, o un costo total de $ 68.5 mil millones.
Luego, se nos informa con soltura que “es probable que se logren ahorros netos. Con requisitos reducidos para la atención y el parto de la salud materna, la atención de la salud infantil, la educación y otros servicios, los ahorros serán muchas veces mayores que el gasto en planificación familiar”.
Todo el análisis es económico como si tener un hijo fuera una consideración puramente monetaria. No se dicen los métodos que utilizarán para convencer a las mujeres de su "necesidad insatisfecha". Pese a lo que piensan los integrantes de esta organización, los niños siguen siendo una bendición en muchas partes del "mundo en desarrollo".
Poner fin a las muertes maternas
La UNPLA también tiene el objetivo loable de poner fin a las "muertes maternas prevenibles". Desafortunadamente, algunos caminos hacia este objetivo no tienen nada que ver con proteger a los bebés.
La Tabla 4 del informe enumera veintinueve intervenciones que, según el UNFPA, deberían estar disponibles de manera universal. Muchos artículos se refieren a una mejor atención médica y nutricional prenatal. Sin embargo, el segundo y tercer ítems son "servicios de aborto seguro" y "gestión de casos post aborto". Más abajo en la lista viene "eliminación de ‘productos retenidos’ de la concepción". Esta extracción significa asegurarse de que todas las partes del niño se eliminen después del horrible procedimiento de aborto.
¿Cómo llegamos a este punto?
El informe del UNFPA 2019 descarta cualquier sensación de que la protección de la vida es una cuestión moral fundamental. Cualquier comprensión cristiana de la santidad de la vida no tiene amigos en la sede del UNFPA en 605 Third Avenue en la ciudad de Nueva York o en la torre de cristal de las Naciones Unidas a pocas cuadras de distancia.
La búsqueda de una paz sin Dios es inútil e infructuosa. Sin la ayuda de Dios, la difícil situación de la humanidad solo empeorará. Los esquemas utópicos, como el propuesto por el UNFPA, son típicos de los burócratas que ignoran las cuestiones morales que pueden proporcionar soluciones.
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Luego, se nos informa con soltura que “es probable que se logren ahorros netos. Con requisitos reducidos para la atención y el parto de la salud materna, la atención de la salud infantil, la educación y otros servicios, los ahorros serán muchas veces mayores que el gasto en planificación familiar”.
Todo el análisis es económico como si tener un hijo fuera una consideración puramente monetaria. No se dicen los métodos que utilizarán para convencer a las mujeres de su "necesidad insatisfecha". Pese a lo que piensan los integrantes de esta organización, los niños siguen siendo una bendición en muchas partes del "mundo en desarrollo".
Poner fin a las muertes maternas
La UNPLA también tiene el objetivo loable de poner fin a las "muertes maternas prevenibles". Desafortunadamente, algunos caminos hacia este objetivo no tienen nada que ver con proteger a los bebés.
La Tabla 4 del informe enumera veintinueve intervenciones que, según el UNFPA, deberían estar disponibles de manera universal. Muchos artículos se refieren a una mejor atención médica y nutricional prenatal. Sin embargo, el segundo y tercer ítems son "servicios de aborto seguro" y "gestión de casos post aborto". Más abajo en la lista viene "eliminación de ‘productos retenidos’ de la concepción". Esta extracción significa asegurarse de que todas las partes del niño se eliminen después del horrible procedimiento de aborto.
¿Cómo llegamos a este punto?
El informe del UNFPA 2019 descarta cualquier sensación de que la protección de la vida es una cuestión moral fundamental. Cualquier comprensión cristiana de la santidad de la vida no tiene amigos en la sede del UNFPA en 605 Third Avenue en la ciudad de Nueva York o en la torre de cristal de las Naciones Unidas a pocas cuadras de distancia.
La búsqueda de una paz sin Dios es inútil e infructuosa. Sin la ayuda de Dios, la difícil situación de la humanidad solo empeorará. Los esquemas utópicos, como el propuesto por el UNFPA, son típicos de los burócratas que ignoran las cuestiones morales que pueden proporcionar soluciones.
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