jueves, 9 de enero de 2020

LA REVOLUCIÓN “VINTAGE”


 

Se escucha mucho hablar de una “nueva evangelización”, de una “primavera” en la Iglesia, de un “nuevo paradigma”, que ocupamos una “renovación”, una “modernización”, que necesitamos atraer a los jóvenes, “adecuarnos a los tiempos modernos”, jóvenes que causen “lío” y una “revolución en la Iglesia”. En otras palabras, Santos de jeans y zapatillas.

Por El Padre Matrix

Entonces ¿Cuál es la solución?

Una revolución “Vintage” de Creyentes, no sólo jóvenes: que Recen el Rosario y lean vidas y obras de santos, que crean en la virginidad y el matrimonio. Una generación de mujeres que valore la belleza de rezar e ir al templo con velo y de varones que pongan detalle a vestirse en domingo distinto a todos los otros días.

Una generación que no siente miedo por valorar la belleza del latín y de los ritos cargados de símbolos, que sepa ver la riqueza cultural y sagrada de la Iglesia como una herencia viva y no como un peso muerto.

Que de nuevo lleve flores, veladoras y ex-votos a los templos. Que sepa redescubrir que las romerías, las procesiones, la misa ad-orientem, el canto gregoriano y el comulgar de rodillas no son piezas de museo sino prácticas que supieron envejecer bellamente sin perder su fuerza y su valor.

Si no tienes claro de que hablo, aquí puedes ver algunas fotos de la vida pública de la iglesia antes de la década de los 60’s donde estaban obsesionados por modernizar todo. Si estas fotos despiertan la belleza de lo divino en ti, ¡únete a la revolución “vintage”!

También hacen falta sacerdotes que sepan sacar del arca de la Iglesia sin prejuicios cosas nuevas y viejas. Que no tengan miedo a ser llamados “tradicionalistas” y disfruten de nuevo de usar velas de cera, casullas de guitarra y el canon romano. Que no “tuerzan la boca” cuando un feligrés comulga de rodillas. Que sepan “esculcar” en una herencia espiritual de la que sólo nos hablaron, pero no nos entregaron.

Por eso creo que si debe haber una revolución dentro de la Iglesia debe ser una revolución “Vintage”. Porque creo que las generaciones anteriores (60-70) desecharon demasiado rápido en ansias de novedad y “ponerse al día con el mundo”, una gran riqueza de vida de fe, de piedad, de “modus vivendi” de la fe que valía oro, que no envejecía y el hombre despreció porque fue su alma la que se hizo vieja (cfr. Chesterton).


La Decepción

Como sacerdote, siempre he trabajado con jóvenes e inicié, porque me lo presentaron como una panacea de vida pastoral, con todo el ambiente de dinámicas, retiros emotivos abarrotados de jóvenes, con cantos, decoraciones modernas y misas “vivenciales” y con “novedades”; congresos-concierto multitudinarios para acercar a los jóvenes. Y de verdad, mis primeros años los descasté siguiendo este modelo pastoral.

Pero debo de ser sincero, cada vez me siento menos inclinado a este tipo de “pastoral juvenil emotiva” porque el fruto, a la larga, es escaso y las conversiones profundas pocas. Es un modelo que puedo comparar a un cuchillo sin filo. Me he dado cuenta que los jóvenes que logran realmente permanecer muchos años dentro de la Iglesia y tomar decisiones de vida siguiendo su fe; los que sobreviven un noviazgo sin “juntarse” y la universidad sin “perder la fe” siguen en su mayoría otro “patrón pastoral”.


La Esperanza

Los que permanecen en la Iglesia no son los que descubren las “novedades” sino al Cristo de la novedad más vieja de todas “la Buena Nueva”. Los que descubren la belleza de la liturgia y la solidez de la doctrina, los que saben disfrutar con novedad el tesoro que la “Fe de siempre” ha representado. Porque es antigua sí, pero no por ello vieja, sino Eterna y Perenne.

No es un simple volver al pasado, sino traer al futuro, esos elementos que todavía tienen mucho que ofrecer a la vida de los creyentes. Es una renovación que no demuele y tira a la basura “lo viejo”, sino que sabe armonizar la belleza de lo antiguo con lo cotidiano.

Esta Revolución es volver a ver a la Esposa de Cristo con ojos sobrenaturales y donde el incrédulo ve una anciana con costumbres anticuadas, nosotros vemos a la “Eternamente Joven” esposa de Cristo que vive con una sabiduría tan cercana al alma humana y al corazón de Cristo, que nuca puede pasar de moda. †


El Padre Matrix



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