En Estados Unidos
La última encuesta realizada por el Pew Research Center en Washington (Estados Unidos), publicada este otoño, revela que los cristianos de todas las confesiones disminuyeron del 78% de la población en 2007 al 65% en 2019. Al mismo tiempo, aquellos que se declaran ateos, agnósticos o sin religión pasaron del 16% al 26%. Los cristianos que afirman asistir a Misa u otro servicio al menos una vez al mes disminuyeron del 54% al 45%. Mientras que aquellos que dicen haber asistido solo unas pocas veces al año o nunca, a excepción de bodas y funerales, aumentaron del 45% al 54%.
Esta disminución en la práctica religiosa afecta igualmente a hombres y mujeres, a blancos, negros e hispanos, así como a aquellos que cuentan con un título universitario y a quienes no tienen estudios.
Lo que marca una gran diferencia es principalmente la edad y la tendencia política. Las personas nacidas en los años ochenta y principios de los noventa, así como los simpatizantes del Partido Demócrata, son los ciudadanos estadounidenses que registran la mayor disminución en la práctica religiosa.
Entre los ciudadanos estadounidenses de origen hispano, los católicos eran mayoría hace diez años, con un 57%. Hoy, son menos de la mitad, es decir, 47%.
La región donde la disminución de los católicos estadounidenses es más pronunciada es en el noreste, pasando del 36% al 27% de la población en los últimos diez años.
En Argentina
Según un estudio publicado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de la República Argentina (Conicet), el número de católicos en el país del papa Francisco se redujo en un 13% entre 2008 y 2019. El estudio llevado a cabo sobre una muestra representativa de 2,421 personas, especifica que el 62.9% de los 45 millones de argentinos se consideran católicos. En 2008, representaban el 76.5% de la población.
Las personas que declaran no tener una religión constituyen el 18.9% de la población, contra el 11.3% en 2008. El estudio del Conicet subraya que el número de fieles de las Iglesias Evangélicas ha aumentado del 9% al 15.3% en el transcurso de once años.
Además, el estudio señala que "las esperanzas suscitadas por la elección del papa Francisco en marzo de 2013 no fueron lo que se esperaba". El 82% de los encuestados confirmó que dicha elección "no tuvo impacto en su religiosidad", y solo el 8% dijo que había "fortalecido sus creencias religiosas". Según los autores del estudio, la figura del papa Francisco "no es un factor unificador", sino más bien es divisorio en su propio país. Si bien más de una cuarta parte de los encuestados (27,4%) considera que el Santo Padre es una "autoridad mundial" en la "denuncia de situaciones de injusticia en el planeta", un número similar (27%) de sus compatriotas piensa que "el soberano pontífice se involucra demasiado en la política" y que este hecho "ha afectado su cargo espiritual".
El estudio del Conicet también pone de relieve una gran ruptura generacional. Entre las personas de 65 años o más, la proporción de católicos sigue siendo bastante alta (81.5%). Pero se reduce al 52.5% entre los jóvenes de 18 a 29 años, y al 57.4% entre los adultos de 30 a 44 años. Asimismo, las personas "sin religión" aumentaron en un 25% entre los jóvenes de 19 a 29 años.
La investigación también reveló disparidades regionales. Existe una mayor presencia de quienes se identifican como "sin religión" en la región de Buenos Aires, la capital, donde la proporción de católicos es una de las más bajas del país (56.8%). Según los autores del estudio, esta disminución se explica por el "efecto de secularización" que afecta a la capital de manera particular.
En Italia
En Italia, los católicos también están disminuyendo, como lo muestra la última encuesta de IPSOS publicada en noviembre de 2019. El número de católicos practicantes, que asisten a servicios religiosos al menos una vez por semana, ha disminuido del 21% al 14% de la población en 10 años.
Por el contrario, el número de aquellos que se definen como no creyentes casi se ha duplicado, pasando del 14% al 27%, con niveles más elevados entre los jóvenes: el 46% de los italianos de 18 a 24 años y el 39% de 25 a 34 años, y este es uno de los sectores más activos y educados, especialmente en el norte del país.
En las elecciones europeas de la primavera de 2019, el movimiento político más restrictivo sobre el tema de la inmigración, la Liga Norte, fue el partido más aclamado por los católicos, tanto entre los practicantes, con un 32.7%, como entre los ocasionales, con 38.4%, frente al 18.9% de los no creyentes.
"Incluso si la Iglesia y el papa se han expresado explícita y vigorosamente a favor de una política de recepción abierta de los migrantes, el sentimiento que prevalece, incluso entre los católicos más fervientes, es el apoyo a políticas más restrictivas", señaló la encuesta.
En Suiza
En Suiza, el Instituto Suizo de Sociología Pastoral (SPI) publicó, el 26 de noviembre de 2019, los resultados de las estadísticas eclesiales para el año 2018, donde se observa un aumento significativo en el número de personas que han abandonado la Iglesia: 25,366 en 2018, es decir, una cuarta parte más de los 20,014 registrados en 2017.
La investigación también puso de relieve ciertos cambios de comportamiento entre los miembros de la Iglesia. Desde la década de 1990, se ha hecho patente una disminución en el número de matrimonios católicos. En el transcurso de los últimos cinco años, la cifra se ha reducido en un 20%. En 2018, solo se celebraron 3.200 matrimonios en la Iglesia. Desde 2013, el número de bautismos en las llamadas familias católicas ha disminuido en Suiza en un 11%. La diócesis de Basilea (conformada por un 62% de familias católicas) y la diócesis de Sion (65%) se encuentran dentro de este cálculo, a diferencia de las diócesis de Lausana, Ginebra y Friburgo, donde el fenómeno de la disminución está aún más extendido, ya que solo uno de cada dos niños, nacidos en una familia de origen católico, fueron bautizados en 2018.
Análisis sociológico
"La desafiliación de la Iglesia es un fenómeno que se presenta en toda la región occidental", declaró Jörg Stolz, profesor de sociología de las religiones en la Universidad de Lausana. "En algún tiempo, se pensó que Estados Unidos era la excepción, pero los últimos datos confirman que la situación es la misma que en Europa o Australia".
El académico señala que el perfil típico de la persona que abandona la Iglesia es "una persona joven, con un estilo de vida urbano, que ya no siente un vínculo particular con la religión": una categoría de la población con tendencia a aumentar en los países occidentales. "Estas personas generalmente deciden abandonar la Iglesia después de algún detonador. Puede ser cuando caen en la cuenta de que están pagando impuestos eclesiásticos, cuando se sienten en desacuerdo con algún punto moral o cuando estalla un escándalo".
Según el sociólogo, "las Iglesias están haciendo un gran esfuerzo para mejorar su 'oferta', con el fin de hacerse más atractivas y cercanas a las personas. Sin embargo, existen serias tendencias vinculadas a la secularización. Ya desde el siglo XIX, se puede constatar que cada generación es un poco menos religiosa que la anterior. Es probable que este fenómeno continúe".
Jörg Stolz señala que se trata esencialmente de un problema de identificación: las personas ya no se sienten vinculadas a una comunidad religiosa. "En última instancia, la desafiliación no es más que una concreción del estado ya efectivo de distanciamiento de la religión", concluyó. - Esta es la consecuencia concreta del indiferentismo y el laicismo de las sociedades modernas que han expulsado a Dios de la vida social y política.
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