Estudiemos de cerca esta estatua: San Miguel está representado como un bello y joven efebo, enteramente desnudo o casi, más cercano a las estatuas de Apolo que a una representación tradicional del jefe de los arcángeles, generalmente revestido de una armadura, lo que es lógico pues San Miguel es el jefe del ejército celestial.
Esta estatua, diabólicamente sensual, está venciendo a otro, parcialmente revestido con lo que parece ser el resto de una armadura.
Ambos reposan en una base con forma de globo terráqueo, en la que se inscribe una cita en latín con las palabras de Cristo de que las puertas del infierno no prevalecerán contra su Iglesia.
Curiosamente, la lanza del vencedor está orientada no hacia el vencido sino hacia el globo terráqueo.
Francisco, al inaugurar la estatua suplicó al Arcángel San Miguel: “Vuélvenos victoriosos contra las tentaciones del poder, de la riqueza y de la sensualidad”, ¡mientras que refrenda una representación de San Miguel que apesta a sensualidad y concupiscencia!
Para los que todavía ven claro, se asiste aquí de manera manifiesta a una inversión entre Lucifer y San Miguel. Este es, en efecto, Lucifer-Apolo que abate a un San Miguel en mala postura, y no a la inversa como se quisiera hacernos creer.
Este significado está reforzado por el simbolismo del globo, muy bien analizado por nuestro lector Géocédile:
“El globo tiene un hoyo cuadrado y la mano que lleva el estigma está en un segundo cuadrado por fuera del cinturón, como si hubiera sido sacada del hoyo dejado sobre el globo. Simbólicamente, el cinturón no llegó a impedir el que la mano estigmatizada haya sido arrancada del globo y su supresión deja un hueco en el lugar donde estaba ubicada en la Tierra.
La inscripción de las palabras de Cristo rodea al globo para significar que esta promesa protege la Tierra.
La mano que simboliza la pasión y su base cuadrada es la Iglesia.
Mi lectura es que la base ha sido arrancada de la superficie del globo a pesar del cinturón: la promesa no ha sido cumplida, la Iglesia ha sido arrancada del mundo.
En breve, el infierno prevaleció sobe la Iglesia»
¿Qué más decir aparte de que se burlan de nosotros abiertamente?
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