Consejos para reeducar a los perros y para actuar cuando los gatos se ponen cargosos.
¿Tu perro se pone loco cuando llega una visita? No es el único. En la actualidad, con la creciente humanización de las mascotas y por el hecho de que viven adentro de las viviendas como un integrante más de la familia, muchos canes reaccionan de manera inadecuada ante la presencia de una persona que nos viene a saludar a casa. Algunos ladran y gruñen. Otros saltan, piden comida, corren y se empeñan por ser el centro de atención.
Acostumbrar a nuestro perro a recibir visitas en casa con calma y buenos modales no es una tontería, explica Martín Sosa, paseador de perros y adiestrador. “No hay que permitirles que se porten mal. Educarlos es fundamental. Conozco casos de familias que directamente han dejado de recibir visitas porque era una verdadera pesadilla. O me pedían que llevara a pasear al animal mientras duraba un cumpleaños o una reunión, por ejemplo”, remarca.
Hay casos en los que este tipo de comportamientos se presentan porque las mascotas quieren llamar la atención. O quieren dejar claro que ellas están al mando. Otras se sienten temerosas frente a la llegada de alguien nuevo, o también, porque obedecen a su instinto de defender el territorio frente a posibles amenazas.
“Sea cual sea la razón, este tipo de conductas logran convertir un momento que debería ser agradable en un rato molesto para todos”, remarca Sosa. “Lo más común es que el propietario opte por retar al animal y encerrarlo, lo cual empeora las cosas”, señala.
Reeducación
Alfredo Falcon, adiestrador, explica que la única solución es reeducar a esa mascota. Si se trata de un animal que ya tuvo conductas agresivas, hay que buscar ayuda de un especialista cuanto antes.
“Un profesional puede enseñar a formar un vínculo entre el dueño y el perro. Luego, se debe generar la disciplina del animal. Suelo trabajar con un clicker. Lo ideal es que cuando llegue una visita el can esté con sus cuatro patas en el piso, que no se acostumbre a saltar. Hay que darle la orden de que se siente. Tras una orden, dar una recompensa”, explica el especialista.
Falcón sugiere que tengamos el animal atado con la correa cuando llega una visita, al menos hasta que se acostumbre. Eso nos permitirá manejar mejor la situación. Y es recomendable que cada persona que llegue acaricie al animal. “Si vemos que tiene una acción indebida o que se predispone a una actitud indeseada, dar la orden de que se quede quieto”, señala. “El animal debe asimilar a las visitas como algo positivo”, concluye el experto.
Los gatos
Los gatos son un capítulo aparte. Hay felinos que se esconden y otros que buscarán como sea agradar al que viene de visita. “Si intentan arañar a un desconocido, sin que le hayan provocado, hay que considerar que no es una situación para nada normal”, explica la veterinaria Diana Abascal, especializada en comportamiento animal.
“Si se ponen cargosos hay que alejarlos de maneras que no sean aversivas. Algunos ejemplos son: usar un spray con agua o algún aerosol (no a ellos directamente sino que escuchen el ruido)”, propone.
A diferencia de los perros, los gatos no son estrictamente sociales. Se suele decir que son ariscos. Abascal prefiere pensar que son sorprendentes. “En realidad, que un felino se acerque o no siempre depende de sus ganas de socializar”, resume.
Consejos
Quién es el líder - Tu animal debe tener claro quién es el líder. Saltar sobre alguien es una manera de transmitir que él lo es. En el momento en el que el perro tenga claro quién es el líder (el amo, por ejemplo), le obedecerá a él.
Quieto y sentado - Enseñale que debe sentarse y permanecer quieto cuando vas a abrirle la puerta a algún invitado; siempre usá frases cortas para darle las órdenes. Por ejemplo: “sentado” o “quieto”.
Dale premios - Una vez que tu mascota termine de conocer al recién llegado, y si se ha acercado de modo tranquilo, recompensala con un elogio, un juguete o con uno de sus bocados favoritos.
Más visitas - Invitá más gente. Los perros que se portan mal con las visitas necesitan acostumbrarse a las visitas.
Ojo con los castigos - No castigues ni aísles a tu perro. Aunque pueda parecer una solución fácil, si encerrás a tu perro lo único que conseguirás es que perciba la llegada de invitados como algo malo.
La Gaceta
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