Los hermanos gemelos San Cosme y San Damián, nacidos en la provincia romana de Arabia Petrea hacia el siglo III d.C, fueron afamados médicos en su tiempo, por lo que después de su ejecución a manos del gobernador romano de Cilicia por propagar la fe cristiana entre las más capas humildes de la sociedad fueron considerados junto al evangelista San Lucas como los santos patrones de los galenos, cirujanos, boticarios de toda la Cristiandad.
Desde un principio, la tumba donde se depositaron sus aseteados y torturados restos por los soldados romanos en la localidad siria de Cirhus se convirtió en un lugar donde numerosos creyentes, incluidos personajes de la talla del emperador bizantino Justiniano I, aquejados de las más variadas enfermedades y dadas perdidas por los médicos acudían a sanar.
Pero también su nombre ha quedado ligado a la historia de los trasplantes por una curiosa historia; el milagro que unió definitivamente el nombre de San Cosme y San Damián con los trasplantes nos lo relata Jacques de Vorágine (siglo XIII) en su famosísima obra a lo largo de los siglos “Leyenda áurea de la vida de los Santos”. En esta compilación de milagros de santos y beatos, se nos cuenta como en el París del siglo XIII la pierna de un presbítero de una iglesia de la ciudad encomendada a la protección de los dos santos lentamente se fue gangrenando debido a un tumor o una infección, causándole grandes dolores. Tanto debió de ser su sufrimiento, que los patrones de su parroquia se apiadaron de su piadoso feligrés y una noche le sustituyeron el miembro enfermo por una extremidad sana procedente de un criado “moro” o de raza etíope que acababa de fallecer el día anterior, realizando así uno de los primeros trasplantes conocido por historia:
"…el encargado de cuidar el templo parisino dedicado a ambos santos sufría enormemente a causa de un tumor en su pierna; y una mañana despertó sin dolor y con una pierna obtenida del cadáver de un etíope fallecido el día de antes".
Como Ovejas sin Pastor
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Usted puede opinar pero siempre haciéndolo con respeto, de lo contrario el comentario será eliminado.