Mis amigos, comienzo sonriendo pero tengo que hablar de una cosa muy seria. Les voy a hablar de una cosa que se denomina la grieta. Hoy se habla mucho de la grieta. Hemos sido protagonistas de esta gimnasia preelectoral con los pases como si fuera en el futbol.
La grieta entre tanto sigue existiendo. ¿A qué me refiero? Ya se sabe que significa la grieta que es una división en la sociedad argentina y, me parece, que esta grieta viene de lejos, en distintos aspectos, no sólo en lo social y lo económico sino también en lo cultural, en lo educativo y en todos los aspectos de la vida.
Empecemos, por ejemplo, en el orden económico y social: cuando terminó la dictadura militar, el denostado Proceso, el índice de pobreza era de un dígito ahora es de dos dígitos, de más del 30 por ciento y en el caso de niños y adolescentes dicen que es del 45/50 por ciento. Quiere decir que han empeorado mucho las cosas.
Luego tenemos la destrucción de la familia. Hoy día casi no se habla de marido y mujer sino de pareja. Hemos tenido el divorcio con Alfonsín, después tuvimos el matrimonio igualitario con el gobierno anterior, ahora tenemos la promoción de la educación sexual integral con el actual gobierno. La familia prácticamente desaparece como si no importara para la vida social.
Si hablamos de la educación vemos que la educación viene en picada hace muchos años, desde los años ´60 por lo menos. Pienso sobre todo en la educación oficial de la escuela estatal y les recuerdo que yo soy alumno de la escuela estatal cuando eran una maravilla.
¿Qué más podemos decir? ¿Qué es lo que la grieta agrieta? La grieta socava la amistad social. Vieron ustedes que hay como un clima de enojo, de fastidio y no sólo hablo de la violencia que se ejerce sino de la violencia que se vive en general, en el carácter. Eso tiene que ver con la grieta porque no hay amistad social y no puede haber porque lo que se promueve es la venganza y no la justicia. Se promueve el rencor, volver siempre a lo mismo, todavía tendríamos que estar saldando los problemas del comienzo de la nacionalidad argentina. Esto es muy serio, muy serio.
¿Cómo podemos colaborar nosotros? Tratando de hacer nuestro deber lo mejor posible y tratando de ser lo más amables posible con los otros. Lo de la amistad social es importantísima porque el bien común no puede darse sin amistad social. El bien común no es una repartija de cosas, es un fenómeno muy particular que supone que hay un orden en la sociedad, que ese orden se respeta y que los ciudadanos están de acuerdo con él y que, por tanto, tratan de colaborar. Acá parece que todo el mundo trata de meterle la pata al vecino, de hacerle la guerra y en eso el ejemplo que dan los políticos es lamentable.
Mucha gente me pregunta: ¿Cómo vamos a hacer? ¿A quién habrá que votar? Yo nunca respondo a eso pero es una preocupación seria porque los políticos no dan ejemplo de amistad social, no dan ejemplo de estar dedicados al bien común. Están preocupados por conseguir su sitio o por conservar su sitio. Acá hay un problema muy serio de la democracia porque fijense que nuestra democracia se resuelve a dedo o sea estamos en una dedocracia y no en una democracia hasta ahora. Después habrá que votar ciertamente pero qué quedará de todo eso.
Les dejo esta reflexión para que ustedes también piensen un poquito todo esto. No quiere decir que no debamos sonreír pero hay que hacerse cargo de la situación en que se encuentra el país. No estamos en las mejores épocas de la Nación Argentina ni mucho menos y esto no se arregla así nomás. Por tanto, amigos televidentes, paciencia y nosotros que somos cristianos, también, oración.
Por Monseñor Hector Aguer
Uno de un partido a otro, el que era candidato a presidente acaba siendo candidato a gobernador, luego un grupo ideológico que mete una cantidad de candidatos a diputados y senadores, etc. Y vamos a ver en que queda todo esto.
La grieta entre tanto sigue existiendo. ¿A qué me refiero? Ya se sabe que significa la grieta que es una división en la sociedad argentina y, me parece, que esta grieta viene de lejos, en distintos aspectos, no sólo en lo social y lo económico sino también en lo cultural, en lo educativo y en todos los aspectos de la vida.
Empecemos, por ejemplo, en el orden económico y social: cuando terminó la dictadura militar, el denostado Proceso, el índice de pobreza era de un dígito ahora es de dos dígitos, de más del 30 por ciento y en el caso de niños y adolescentes dicen que es del 45/50 por ciento. Quiere decir que han empeorado mucho las cosas.
Luego tenemos la destrucción de la familia. Hoy día casi no se habla de marido y mujer sino de pareja. Hemos tenido el divorcio con Alfonsín, después tuvimos el matrimonio igualitario con el gobierno anterior, ahora tenemos la promoción de la educación sexual integral con el actual gobierno. La familia prácticamente desaparece como si no importara para la vida social.
Si hablamos de la educación vemos que la educación viene en picada hace muchos años, desde los años ´60 por lo menos. Pienso sobre todo en la educación oficial de la escuela estatal y les recuerdo que yo soy alumno de la escuela estatal cuando eran una maravilla.
¿Qué más podemos decir? ¿Qué es lo que la grieta agrieta? La grieta socava la amistad social. Vieron ustedes que hay como un clima de enojo, de fastidio y no sólo hablo de la violencia que se ejerce sino de la violencia que se vive en general, en el carácter. Eso tiene que ver con la grieta porque no hay amistad social y no puede haber porque lo que se promueve es la venganza y no la justicia. Se promueve el rencor, volver siempre a lo mismo, todavía tendríamos que estar saldando los problemas del comienzo de la nacionalidad argentina. Esto es muy serio, muy serio.
¿Cómo podemos colaborar nosotros? Tratando de hacer nuestro deber lo mejor posible y tratando de ser lo más amables posible con los otros. Lo de la amistad social es importantísima porque el bien común no puede darse sin amistad social. El bien común no es una repartija de cosas, es un fenómeno muy particular que supone que hay un orden en la sociedad, que ese orden se respeta y que los ciudadanos están de acuerdo con él y que, por tanto, tratan de colaborar. Acá parece que todo el mundo trata de meterle la pata al vecino, de hacerle la guerra y en eso el ejemplo que dan los políticos es lamentable.
Mucha gente me pregunta: ¿Cómo vamos a hacer? ¿A quién habrá que votar? Yo nunca respondo a eso pero es una preocupación seria porque los políticos no dan ejemplo de amistad social, no dan ejemplo de estar dedicados al bien común. Están preocupados por conseguir su sitio o por conservar su sitio. Acá hay un problema muy serio de la democracia porque fijense que nuestra democracia se resuelve a dedo o sea estamos en una dedocracia y no en una democracia hasta ahora. Después habrá que votar ciertamente pero qué quedará de todo eso.
Les dejo esta reflexión para que ustedes también piensen un poquito todo esto. No quiere decir que no debamos sonreír pero hay que hacerse cargo de la situación en que se encuentra el país. No estamos en las mejores épocas de la Nación Argentina ni mucho menos y esto no se arregla así nomás. Por tanto, amigos televidentes, paciencia y nosotros que somos cristianos, también, oración.
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