Por Bruce Walker
La Biblioteca de Saint John en la ciudad de Portland organizó una “Hora de la historia de Drag Queen” que terminó siendo inmensamente peor de lo que se esperaba.
Las publicaciones en la cuenta de Flickr de la biblioteca muestran inquietantes fotografías de niños pequeños que se encuentran encima de un hombre disfrazado de mujer.
Varios medios de comunicación han informado que, después de una reacción violenta, la biblioteca ha eliminado desde entonces las fotografías que muestran a un hombre que se llama a sí mismo "Carla Rossi" en posición supina en el suelo de la biblioteca con niños acostados sobre él, bien agarrados de sus falsos pechos o con la cara enterrada entre ellos. El personal de la biblioteca había defendido previamente las fotografías como “inofensivas”.
Las imágenes hicieron que Kaeley Triller Harms escribiera en Facebook: "No dejaría que mis hijos se arrastraran encima de extraños al azar, sin importar cómo se vean esos extraños".
Harms continuó: "Incluso como consejera de un campamento diurno hace 15 años, fuimos muy bien entrenados para no dar paseos con los niños a cuestas o dejar que se sentaran en nuestras piernas", continuó Harms. "Y si pedían abrazos, les dábamos un abrazo lateral".
Según LifeSiteNews, el sistema de bibliotecas del condado de Multnomah, del cual es miembro la Biblioteca de St. John's, tiene una larga historia como anfitrión de actividades tan perturbadoras.
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| “Carla Rossi” |
El sitio web del sistema de bibliotecas del condado de Multnomah publica los próximos eventos con Rossi y los imitadores de monjas sacrílegas.
The Blaze se contactó con la biblioteca para hacer comentarios sobre las fotos y recibió una respuesta de Jeremy Graybill, director de mercadeo y compromiso en línea: "Revisamos continuamente las políticas existentes para garantizar que los artistas cumplan con las expectativas para brindar ‘un ambiente seguro, acogedor e inclusivo’ para todos".
Agrega: "La biblioteca reflexionará sobre los comentarios que los miembros de la comunidad han ofrecido. Consideraremos los puntos de vista y las preocupaciones expresadas y trabajaremos para garantizar que la Biblioteca del Condado de Multnomah se mantenga a sí misma con altos estándares".
Un análisis mordaz de este episodio específico del reciente fenómeno “Drag Queen Story Hour” fue escrito (en inglés) por el Federalist Libby Emmons:
“Tutoriales de maquillaje, fotos de niños acostados sobre hombres adultos disfrazados de mujer sexualizados, y el fomento de la fluidez de 'género' muestra la verdad sobre la mentira de que en la ‘hora de la historia drag queen’ no se trata de sexualizar a los niños. A los niños les atraen los destellos y el brillo, y usar esas cosas para hacer que la sexualidad parezca un simple juego no es más que preparar a los niños para que sean objetos sexuales, no participantes...
La sexualidad puede ser un juego para adultos que consienten. Pero el juego sexual para niños abre la puerta a la conducta depredadora de los adultos y trae mucha confusión para los niños. La sexualidad no es brillo y arco iris, no se trata de unicornios, títeres y tutoriales de maquillaje. Es grave, y los niños son demasiado pequeños para entender lo serio que es.
Cuando la sexualidad se vende a los niños como ‘disfrazarse’, pasa por alto la seriedad del tema, las consecuencias sociales, emocionales, psicológicas y físicas, poniendo a los niños en riesgo. A los niños no se les debe enseñar la vergüenza por sus cuerpos o sus sentimientos sexuales, pero no hay razón para enseñarles que estas cosas son ‘la vanguardia’ de lo que son....
Los hombres vestidos con ropa de mujer y los bibliotecarios gritan a las mamás que hablan en todo el país contra la ‘hora de la historia drag queen’ y la sexualización de los niños en un contexto extraño, y les dicen que ‘la sexualidad se trata de arco iris y unicornios, no de cuerpos reales, emociones y responsabilidad’. Pero las mamás saben cómo usar sus palabras.
La sexualidad es sobre el sexo. La sexualidad de los niños no se trata de tutoriales de maquillaje, y sus cuerpos no son ‘inclusivos’. Los niños deben saber no primero la sexualidad, sino primero: sus derechos, su privacidad y su responsabilidad de protegerse de los depredadores. Es por eso que la biblioteca retiró las fotos: los hombres disfrazados de mujer que se relacionan íntimamente con los niños son, evidentemente, pedofilia en acción, y es un horror que se presente como educación”.
Church Militant
The Blaze se contactó con la biblioteca para hacer comentarios sobre las fotos y recibió una respuesta de Jeremy Graybill, director de mercadeo y compromiso en línea: "Revisamos continuamente las políticas existentes para garantizar que los artistas cumplan con las expectativas para brindar ‘un ambiente seguro, acogedor e inclusivo’ para todos".
Agrega: "La biblioteca reflexionará sobre los comentarios que los miembros de la comunidad han ofrecido. Consideraremos los puntos de vista y las preocupaciones expresadas y trabajaremos para garantizar que la Biblioteca del Condado de Multnomah se mantenga a sí misma con altos estándares".
Un análisis mordaz de este episodio específico del reciente fenómeno “Drag Queen Story Hour” fue escrito (en inglés) por el Federalist Libby Emmons:
“Tutoriales de maquillaje, fotos de niños acostados sobre hombres adultos disfrazados de mujer sexualizados, y el fomento de la fluidez de 'género' muestra la verdad sobre la mentira de que en la ‘hora de la historia drag queen’ no se trata de sexualizar a los niños. A los niños les atraen los destellos y el brillo, y usar esas cosas para hacer que la sexualidad parezca un simple juego no es más que preparar a los niños para que sean objetos sexuales, no participantes...
La sexualidad puede ser un juego para adultos que consienten. Pero el juego sexual para niños abre la puerta a la conducta depredadora de los adultos y trae mucha confusión para los niños. La sexualidad no es brillo y arco iris, no se trata de unicornios, títeres y tutoriales de maquillaje. Es grave, y los niños son demasiado pequeños para entender lo serio que es.
Cuando la sexualidad se vende a los niños como ‘disfrazarse’, pasa por alto la seriedad del tema, las consecuencias sociales, emocionales, psicológicas y físicas, poniendo a los niños en riesgo. A los niños no se les debe enseñar la vergüenza por sus cuerpos o sus sentimientos sexuales, pero no hay razón para enseñarles que estas cosas son ‘la vanguardia’ de lo que son....
Los hombres vestidos con ropa de mujer y los bibliotecarios gritan a las mamás que hablan en todo el país contra la ‘hora de la historia drag queen’ y la sexualización de los niños en un contexto extraño, y les dicen que ‘la sexualidad se trata de arco iris y unicornios, no de cuerpos reales, emociones y responsabilidad’. Pero las mamás saben cómo usar sus palabras.
La sexualidad es sobre el sexo. La sexualidad de los niños no se trata de tutoriales de maquillaje, y sus cuerpos no son ‘inclusivos’. Los niños deben saber no primero la sexualidad, sino primero: sus derechos, su privacidad y su responsabilidad de protegerse de los depredadores. Es por eso que la biblioteca retiró las fotos: los hombres disfrazados de mujer que se relacionan íntimamente con los niños son, evidentemente, pedofilia en acción, y es un horror que se presente como educación”.
Church Militant
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