sábado, 15 de junio de 2019

LA SOCIEDAD DE SATANÁS

El mundo entero vive cambios vertiginosos haciendo socialmente imposible la vida católica, estructuralmente como sociedad, la doctrina de Nuestro Señor Jesucristo se vuelve cada día “imposible” [humanamente hablando] de cumplirla.

Por el padre Hernán Vergara


“Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán: y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre”. Evangelio de San Mateo XXIV, 9.

El pensamiento católico en la practica es un delito para las nuevas leyes que están entrando en vigor, hablo de las aberraciones o perversidades diabólicas que se establecen como leyes sobre todo en los países donde existe la fe católica.

De una manera aparentemente “natural”, no provocada, pero fríamente calculada, se establece la estructura social anticristiana:

• Una educación oficial anticristiana, una filosofía anticatólica donde los máximos exponentes son totalmente contra la filosofía perenne.

• Una economía basada en la usura, en el robo etiquetado por “devaluación”, donde se empobrece a los países enteros en un momento sin saber quien se apropio de su riqueza.

• Una legislación aberrante, que por ley autoriza el aborto, el “matrimonio igualitario”, que abre las puertas a la homosexualidad, etc., etc.

• Una persona que se dice ser el Papa, predica una confusión de doctrinas contra Cristo, la unión con falsos credos, un nuevo evangelio naturalista anticristiano desde la muerte del Papa Pío XII en 1958.

Todo estos cambios en medio de una inseguridad social, políticos ignorantes que son movidos por el interés, mafias que operan perfectamente en el mundo entero, donde aparentemente nadie tiene la culpa, no hay responsables, no se sabe exactamente quienes son los responsables.

Por sistema suelen culpar a la corrupción, a las mafias, al crimen organizado, a los políticos malos, etc., lo cual equivale que no hay responsables.

Los hombres de iglesia con sus honrosas excepciones en una crisis moral, doctrinal, jerárquica, abusos de autoridad. Curiosamente, los puestos de autoridad suelen estar en manos de las personas menos idóneas, con muy “buena intención”, pero en la práctica destruyen la Iglesia.

Los fieles católicos piadosos cada vez más “torpes” confundiendo la caridad y la piedad cristiana, con el silencio que es traición a Jesucristo Nuestro Señor y a la Iglesia Católica [no a los hombre de Iglesia que la impulsan], trocando la verdadera santidad de vida en sentimientos, en exterioridades que muchas veces redundan en alabanza personal.

Muy pocos católicos que conservan la cordura de la razón católica de vivir, aprecian la destrucción universal del reinado social de Cristo siendo cada día más complejo el retorno del mundo a Dios.

¿Qué debe hacer un católico?…


Consideraciones


Primero: La ley de la historia

El fundamento de la ley de la historia, los hechos de los hombres, todos los acontecimientos humanos están relacionados entre la ciudad de Dios y la ciudad de Satanás: ‘Inimicitias ponam inter te et mulierem’

“Enemistades pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: ella quebrantará tu cabeza, tu pondrás asechanzas a su calcañar”. Génesis III, 15.

Hoy se establece en el mundo entero una estructura social para la ciudad de Satanás.


Segundo: Satanás, el pecado y el odio a Dios, Nuestro Señor


Satanás es el padre y maestro de la mentira, del engaño, de la simulación, [Evangelio de San Juan VIII, 37] porque vive en el odio contra Dios, Nuestro Señor. Un alma que se entrega al pecado, lentamente va creciendo en su odio contra el Autor de su vida que lo creó para el bien, en consecuencia, el pecado forma un odio contra quien se revela, haciéndose esclavo de Satanás por el pecado mortal, hasta llegar a confundirse o parecer una misma cosa: el hombre entregado al pecado y las obras de Satanás:

“El diablo puede considerar al pecador como ser semejante a él y como obra suya”. Michael Schmaus, Teología Dogmática, tomo II, página 274.

Las obras de pecado están originadas en Satanás, a través de personas esclavizadas en diversos grados a la serpiente antigua, es evidente la obra de las legislaciones anticristianas, los sistemas de finanzas fundados en la usura, el sistema oficial de educación contra Dios, la destrucción de los fundamentos de la fe católica por los mismos ‘hombres de iglesia’, la espantosa abominación en el lugar santo y la eliminación casi universal del Sacrificio perpetuo, hasta el grado de apreciar una apostasía casi general.

“El diablo odia a Dios, vive en el odio a Dios, o sea, odia la Bondad en persona. Por eso no puede amar nada a nadie. El diablo, al odiar al hombre, odia en él a Dios. El diablo combate el Reino de Dios, el poderío de Dios, incondicionalmente. No hay solamente un poder impersonal malo; existe también un ser personal cuyas intenciones son radicalmente malas y que quiere el mal por amor del mal”. Michael Schmaus, Teología Dogmática, tomo II, página 274.


Tercero: La sinagoga de Satanás


El nombre de Sinagoga de Satanás aparece en las Sagradas Escrituras en varias ocasiones:

“Sé tu tribulación, y tu pobreza, más rico eres: y eres blasfemado por aquellos, que dicen que son judíos, y no lo son, mas son sinagoga de Satanás”
. Apocalipsis de San Juan II, 9.

La sinagoga que es la institución más importante del judaísmo, quedó convertida en la sinagoga de Satanás con la muerte de Nuestro Señor Jesucristo por los judíos, quién en vida los llamo hijos del diablo: “Vos ex patre diabolo estis”.

“Vosotros sois hijos del diablo, y queréis cumplir los deseos de vuestro padre: él fue homicida desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay verdad en él: cuando habla mentira, de suyo habla, porque es mentiroso, y padre de la mentira”. Evangelio de San Juan VIII, 44.

“Y guardaos de los hombres. Porque os harán comparecer en sus audiencias, y os azotarán en sus sinagogas: Y seréis llevados ante los gobernadores, y los reyes por causa de mí, en testimonio a ellos, y a los gentiles”. Evangelio de San Mateo X, 17.

“Los judíos no cristianos odiarán más y más a los cristianos a quienes tendrán por renegados de su Dios y de su Patria. En todo el imperio las sinagogas serán centros de odio y de persecución”. Historia de la Iglesia Católica, Daniel Olmedo, SJ, Editorial Porrúa.


Cuarto: El talmud de los judíos


Los judíos que permanecieron en el odio a Dios Nuestro Señor, elaboraron un libro llamado: “talmud” el cual contiene blasfemias contra Nuestro Señor Jesucristo, por lo cual, los Sumos Pontífices han obrado enérgicamente contra el pueblo judío a lo largo de la historia:

“Desde el siglo XII, los judíos debían habitar separados de los cristianos en un barrio de los suburbios, que se decía en España judería y en otras naciones ghetto. Para que la distinción fuera más clara y consiguientemente se pudiesen evitar con más facilidad el trato mutuo y los noviazgos entre personas de una y otra religión, se les obligaba, máxime desde el Concilio IV de Letrán, a llevar en el traje un distintivo, consistente en un gorro puntiagudo y una franja amarilla o roja cosida al vestido. Prohibíaseles el cohabitar con mujeres cristianas en calidad de mancebas (el matrimonio era nulo) o como criadas o vender esclavos cristianos y el forzar a nadie a la circuncisión. No podían desempeñar cargos oficiales, si bien esta ley fue violada frecuentemente por voluntad de los mismos reyes. Lo mismo se diga de la prohibición que tenían los cristianos de consultar a los médicos o cirujanos judíos, a no ser en caso de necesidad. El culto judaico no podía celebrarse en público, ni era lícito construir nuevas sinagogas donde no las hubiese, pero sí restaurar las existentes. (Los Sumos Pontífices) Gregorio IX y Honorio IV mandaron recoger los libros del Talmud, por el odio que respira y las horrendas calumnias que contiene contra Cristo y el cristianismo”. Historia de la Iglesia Católica, Llorca, Villoslada, Laboa; BAC, 1959, Tomo II, Parte II, Cap. XIV, página 737.

• 
“Que ni siquiera los judíos se atrevan a jugar o comer o mantener familiaridad con los cristianos”. Papa Paulo IV, “Cum nimis absurdum”, 1555.

“Nosotros amonestamos a su Alteza, para que cese de tolerar que los judíos gobiernen sobre los cristianos y ejerzan autoridad sobre ellos. Ya que permitir que los cristianos estén subordinados a los judíos y estén sujetos a su arbitrio, es lo mismo que oprimir a la Iglesia de Dios y exaltar a la Sinagoga de Satanás. Desear agradar a los enemigos de Cristo, significa ultrajar a Cristo mismo”. Papa Gregorio VII al rey Alfonso VI de Castilla en el año 1080.

“Nuestros modos de vida y los de los judíos son extremadamente diferentes, y los judíos pervertirán fácilmente a las almas de las gentes sencillas a su superstición e incredulidad si tales gentes están viviendo en continua e íntima conversación con ellos”. Papa Alejandro III, decretal: ‘Ad hoec’.

“Nos, que anhelamos con todo Nuestro corazón la salvación de las almas, os concedemos plena autoridad por las presentes cartas para desterrar a los judíos…” Papa Inocencio IV a San Luis Rey de Francia.


Enseñanzas del Talmud:

“Los judíos nunca deben cesar de exterminar a los Goim –cristianos-; no les deben dejar nunca en paz…” “A los cristianos se les debe matar sin misericordia” Aboda Zarah (26b) Talmud.

“Los judíos no deben escatimar ningún esfuerzo en combatir a los tiranos que los mantienen en este Cuarto Cautiverio a fin de ser libres. Deben combatir a los cristianos con astucia y nada deben hacer para evitar que les suceda algún mal: sus enfermos no deben ser atendidos, no se debe ayudar a las mujeres cristianas en el momento del parto, ni tampoco deber ser salvados cuando estén en peligro de muerte” Zohar (1, 160) Talmud.

“La vida de un Goim y todos sus poderes físicos pertenecen a un judío” A Rohl. Die Polem., p.20.

“Se les debe matar aún a los mejores Goim” Aboda Zarah (26b) Talmud.


Quinto: Los protocolos de los sabios de Sión


El Cardenal José María Caro Rodríguez, define así los protocolos: “Esos protocolos contienen un plan propuesto por los judíos, o por un ponente, como se dice, para realizar el ideal de la dominación universal sobre todo el mundo, bajo un gobierno judío, mediante la corrupción de costumbres, el empobrecimiento de los pueblos en favor de los judíos y las continuas agitaciones y el continuo descontento que harían que los pueblos se entregarán en brazos de los judíos para salvarse de la anarquía y de la miseria”. José María Caro Rodríguez, Cardenal Arzobispo de Santiago de Chile, ‘El misterio de la masonería’, No. 136.


Cito textualmente algunas partes contenidas en los protocolos judíos:

1.- “Nuestro poder, en la presente situación vacilante de todas las formas de gobierno será invencible, porque permanecerá invisible”. Protocolo 1º.

2.- “Los pueblos de los Goyim están embrutecidos por el alcohol; su juventud ha sido idiotizada por el clasicismo y la inmoralidad precoz, a donde ha sido inducida por nuestros agentes especiales”. Protocolo 1º.

3.- “Hemos armado a los partidos unos contra otros y hemos hecho de la autoridad la diana de todas las ambiciones. Hemos hecho de los estados circos para gladiadores donde se enfrentan una multitud de supuestas soluciones”. Protocolo 2º.

4.- “Nuestra fuerza se basa en la escasez crónica de alimentos, la debilidad física de los obreros” Protocolo 2º.

5.- “Con la carestía, la envidia y el odio que todo ello engendra, manipularemos a las masas y las utilizaremos para barrer a las fuerzas que pudieran oponérsenos”. Protocolo 2º.

6.- “Nosotros hemos hecho que se enfrentaran los unos a los otros”. Protocolo 5º.

7.- “Hoy es más importante desarmar moralmente a los pueblos que llevarlos a la guerra”. Protocolo 5º.

8.- “De nosotros depende el terrorismo total”. Protocolo 9º.

9.- “Hemos idiotizado, embruteciendo y corrompido a la juventud de los Goyim, inculcándoles principios y teorías que nos consta que son falsas”. Protocolo 9º.

10.- “Cuando alcancemos el poder absoluto no será deseable que persista otra religión que la nuestra”. Protocolo 14º.

11.- “Toda la enseñanza se hallará centralizada en las firmes manos del gobierno de nuestros sabios”. Protocolo 16º.

12.- “El rey de los judíos será el verdadero papa del universo, el patriarca de una iglesia internacional”. Protocolo 17º.

13.- “Para que los pueblos Goyim se acostumbren a la obediencia, es necesario inculcarles lecciones de humildad”. Protocolo 23º.


Sexto: La consumación del siglo


“¿Y qué señal habrá de tu venida, y de la consumación del siglo? Y respondiendo Jesús, les dijo: Guardaos que no os engañe alguno… Porque se levantará gente contra gente, y reino contra reino, y habrá pestilencias, y hambres, y terremotos por los lugares. Y todas estas cosas son principio de dolores. Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán: y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Y muchos entonces serán escandalizados, y se entregarán unos a otros, y se aborrecerán entre sí. Y se levantarán muchos falsos profetas, y engañarán a muchos. Mas el que persevere hasta el fin, este será salvo. Y será predicado este Evangelio del reino por todo el mundo, en testimonio a todas las gentes: y entonces vendrá el fin.

Por tanto, cuando viereis que la abominación de la desolación, que fue dicha por el profeta Daniel, está en el lugar santo, el que lee, entienda. [“Y desde el tiempo en que fuere quitado el sacrificio perpetuo, y fuere puesta la abominación para la desolación” Daniel XII, 11.] Entonces los que estén en la Judea, huyan a los montes. Y el que este en el tejado, no descienda a tomar alguna cosa de su casa, y el que en el campo, no vuelva a tomar su túnica. ¡Más ay de las preñadas, y de las que crían en aquellos días!…

Porque habrá entonces grande tribulación, cuál no fue desde el principio del mundo hasta ahora, ni será. Y si no fuesen abreviados aquellos días, ninguna carne sería salva, mas por los escogidos aquellos días serán abreviados… se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas: y darán grandes señales, y prodigios, de modo (que si puede ser) caigan en error aun los escogidos… Y luego después de la tribulación de aquellos días el sol se oscurecerá, y la luna no dará su lumbre, y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes del cielo serán conmovidas: Y entonces parecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo, y entonces plañirán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre que vendrá en las nubes del cielo con grande poder y majestad. Y enviará a sus Ángeles con trompetas, y con grande voz, y allegarán sus escogidos de los cuatro vientos…

Mas de aquel día, ni de aquella hora nadie sabe, ni los Ángeles de los cielos, sino solo el Padre. Y así como en los días de Noé, así será también la venida del Hijo del hombre. Porque así como en los días antes del diluvio se estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca. Y no lo entendieron hasta que vino el diluvio, y los llevó a todos, así será también la venida del hombre… Velad pues, porque no sabéis a que hora ha de venir vuestro Señor”. Evangelio de San Mateo XXIV.

“Y no os dejéis seducir de nadie en manera alguna: porque no será, sin que antes venga la apostasía, y sea manifestado el hombre de pecado, el hijo de perdición. El cual se opone, y se levanta sobre todo lo que se llama Dios, o que es adorado, de manera que se sentará en el templo de Dios, mostrándose como si fuese Dios… Porque ya está obrando el misterio de la iniquidad: solo el que está firme ahora, manténgase, hasta que sea quitado de en medio. Y entonces se descubrirá aquel perverso, a quien el Señor Jesús matará con el aliento de su boca, y le destruirá con el resplandor de su venida; la venida de aquel es según operación de Satanás, en toda potencia, y en señales, y en prodigios mentirosos. Y en toda seducción de la iniquidad para aquellos que perecen, porque no recibieron el amor de la verdad para ser salvos”. Epístola II de San Pablo a los tesalonicenses II, 3.


En los tiempos presentes se ha predicado el santo Evangelio en prácticamente todo el mundo o está al alcance de todos, doctrina que no se practica ni se guarda lo cuál es la apostasía, la santa misa instituida a perpetuidad –el gran sacrificio- ha sido abrogado, eliminado.

El 3 de abril de 1969 Giovanni Battista Montini, ‘Pablo VI’, promulgó la Constitución Apostólica: ‘Missale Romanum’, que entró en vigor el día 30 de noviembre de 1969, la edición latina del nuevo misal romano se publicó definitivamente el 11 de mayo de 1970.

“Para terminar, Nos queremos dar fuerza de ley a cuanto hemos expuesto hasta ahora acerca del nuevo Misal Romano… Ordenamos que las prescripciones contenidas en esta Constitución entren en vigor el día 30 del próximo mes de noviembre del corriente año, primer domingo de Adviento. Queremos, además, que cuanto hemos establecido y prescrito tenga fuerza y eficacia ahora y en el futuro, sin que obsten, si fuere el caso, las Constituciones y Ordenaciones Apostólicas emanadas de Nuestros Predecesores, o cualquier otra prescripción, incluso digna de especial mención y derogación. Dado en Roma, junto a San Pedro, el día de Jueves Santo, 3 de abril de 1969, año sexto de Nuestro Pontificado”. Giovanni Battista Montini, ‘Missale Romanum’, 3 de abril de 1969.


Séptimo: Que se espera en los próximos años


En definitiva, más confusión, desorden, apostasía, blasfemia contra Nuestro Señor Jesucristo y la Santa Madre Iglesia, a tal punto que el hombre que quiera vivir conforme al Evangelio le sea casi imposible convivir con la sociedad apostata y anticristiana: “Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán: y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre”. Evangelio de San Mateo XXIV, 9.

Por lo cuál la prioridad, que siempre lo ha sido, pues es el fin del hombre, es la salvación eterna de tu alma, independientemente de la perversidad en la transformación anticristiana del mundo, lo fundamental es vivir en gracia de Dios cumpliendo los mandamientos, conservar la fe verdadera.

“El hombre no puede salir de la siguiente alternativa: o se somete a Dios o queda sometido al diablo”. Michael Schmaus, Teología Dogmática, tomo II, página 274.

No exista frustración o detrimento de la santa fe católica, primero ocúpese de asegurar la salvación eterna de su alma viviendo en gracia de Dios; en segundo lugar haga lo que pueda en su medio por la obra de Dios Nuestro Señor.

“Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. El que no me ama, no guarda mis palabras”. Evangelio de San Juan XIV, 23.


Octavo: El santo Rosario


Cada día es combatido abruptamente el reino de Dios por todos los medios existentes, el pecado es más accesible, los sacramentos difíciles de encontrar, los hombres de iglesia en su mayoría ocupados con la gente.

¿Cómo ser santo, cómo salvarse en una sociedad de pecado? Aconsejo humildemente la verdadera devoción a la Santísima Virgen María, la cuál es una señal evidente de salvación eterna, para ello es muy útil estudiar el libro: “Tratado de la verdadera devoción” de San Luis María G. de Montfort.

La Santísima Virgen María ha prometido la salvación eterna a quienes recen el Santo Rosario todos los días, en ocasiones es difícil asistir a la santa misa verdadera, pero posible rezar en su casa de rodillas, con atención, despacio, el santo Rosario.

“El que con devoción rezare mi Rosario, meditando los misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá de muerte desgraciada; se convertirá, si es pecador; perseverará en la gracia, si es justo, y en todo caso será admitido a la vida eterna”. Promesa de la Santísima Virgen María al beato Alano de Rupe.

Grave es la situación actual para quienes aman a Dios Nuestro Señor por el peligro de condenación eterna, espantosa, locura por mejor decir, que los católicos que conserven la fe verdadera se ocupen en estos tiempos calamitosos en todo, menos en su salvación eterna, grave error es entretenerse en la “política de sacristía”, en discusiones teológicas interminables con cerebros soberbios, descuidando por completo su salud espiritual.

“Aún cuando os hallaseis en el borde del abismo o tuvieseis ya un pie en el infierno; aunque hubieseis vendido vuestra alma al diablo; aun cuando fueseis un hereje endurecido y obstinado como un demonio, tarde o temprano os convertiréis y os salvaréis, con tal que (lo repito, y notad las palabras y los términos de mi consejo) recéis devotamente todos los días el Santo Rosario hasta la muerte, para conocer la verdad y obtener la contrición y el perdón de vuestros pecados”. San Luis María G. de Montfort, El secreto del Rosario.

Dios te bendiga.


Amor de la Verdad

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