domingo, 20 de enero de 2019

VACUNAS: DENUNCIA DESDE CÓRDOBA


Para quienes no son de Córdoba, les informo que el "periodista que hace honor a su apellido" de Canal 12 de televisión, Jorge Cuadrado, es uno de los tantos "periodistas" desinformadores que tenemos en el país. La Dra. Beatriz Rauber da su testimonio.

"Hago pública mi denuncia a Canal 12 de Córdoba. En el día de hoy vinieron a mi casa a hacerme una nota sobre vacunas, les abrí la puerta, los recibí e hice la nota. Claro, dije las verdades que delatan al sistema, la verdad sobre esta farsa de las vacunas y no la pasaron.

Simplemente, con esto queda demostrado que los medios de comunicación son manejados, pagados y manipulados por el poder mundial. Las farmacéuticas están ordenando en este país, la política de salud.

Nauseabundo fue ver al sr. Jorge Cuadrado hablar como si supiera, asegurando y dando como reales situaciones médicas que hay que estudiar para conocer y opinar. Y estudiar mucho, no leer dos renglones. Toda mi vida médica la he dedicado al estudio, y no para soportar callada esta falta de respeto del sr. Jorge Cuadrado y su séquito de ignorantes, porque debería preocuparse por hacer primero un programa de nivel periodístico, no el mamarracho que avergüenza a Córdoba. Al menos a la gente que no nos conforma la chabacanería, no sé al resto.

Por último, advierto al público, a los médicos y a los abogados, que estamos ante un plan macabro de insalubridad argentina. O nos unimos para pararlo o las consecuencias serán luego lamentables e irreversibles. Cuando nuestros niños sean todos autistas, estén dañados neurológicos o fallecidos; nuestros padres y abuelos, con Alzheimer o muertos jóvenes, cuando tengamos un país lleno de enfermos con patologías autoinmunes, ¿allí pretenderán reaccionar?

Tal vez se pueda parar o cambiar, pero ya todo lo hecho, hecho está.

Estamos nuevamente en dictadura. Hemos perdido nuestros derechos civiles, nuestro derecho a elegir. Ahora, a punta de pistola nos meterán tóxicos en el cuerpo. Avasallan nuestra Constitución, nuestra tan sagrada Constitución, ante la mirada adormecida de todos y ante un congreso traidor a la patria y a sus ciudadanos. A los ciudadanos que los eligieron justamente para eso. 

Ya no hay libertad de ninguna clase: ni de expresión, ni científica, ni de educación. Hay libertad para la idiotez, para programas que atontan a la gente, que no dejan pensar, que estimulan lo ordinario y vulgar.

Dra. Beatriz Rauber



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