Sr. Nuncio Apostólico en la Argentina
S.E.R. Mons. León Kalenga Badikebele
S /D:
De nuestra mayor consideración:
Como hijos de la Iglesia los abajo firmantes nos dirigimos a Ud. a fin de manifestar nuestra más profunda preocupación y perplejidad ante la clausura del proceso de beatificación de Mons. Enrique Angellelli, en el cual se ha desestimado escandalosamente y de modo flagrante las fundadas y serias objeciones presentadas oportunamente a lo largo de la causa por un grupo nutrido de profesionales del Derecho, fieles y aún obispos.
En efecto, se ha hecho caso omiso de dictámenes judiciales y eclesiásticos en los que no hay pruebas suficientes para hablar de su muerte como asesinato provocado, existiendo en cambio pruebas contundentes e incluso testimonio personal de todo lo contrario, habiéndose secundado, en cambio, la versión falaz de su martirio generada por el fraile capuchino Puigjané, quien años después participaría en un ataque terrorista a unidad militar, por lo que fuera condenado a prisión.
Se ha pasado asimismo por alto el testimonio de al menos tres obispos de nuestro país -Mons. Bernardo Witte (sucesor de Angellelli), Mons. Carmelo Juan Giaquinta y Mons. Antonio Baseotto-, procediéndose así de manera completamente irregular e inexplicable, que no conoce precedentes.
De dichos testimonios, como de otros incluso procedentes de personas ajenas a la Iglesia, se ha dejado constancia de un proceder inequívocamente contrario al Evangelio en Mons. Enrique Angelleli, sembrando divisiones entre la feligresía, alentando discordias en el clero y llegando a favorecer explícitamente la subversión armada de la guerrilla marxista en la Argentina, en su accionar dentro del Movimiento de los Sacerdotes para el Tercer Mundo y en la Agrupación Montoneros.
De estos probados cuestionamientos, que por otra parte han sido ya ampliamente difundidos por la prensa nacional e internacional, y que volvemos a adjuntar a esta carta para que se tome conciencia cabal de la gravedad de la cuestión, concluimos
a) que la muerte de Mons. Enrique Angellelli no puede ser llamada martirio, por no haber sido intencional, y mucho menos por odio a la fe.
b) que su amplia y probada militancia en el terrorismo marxista, absolutamente incompatible con la doctrina católica, incapacita completamente para ser puesto como modelo de virtudes para los fieles de la Iglesia, y elevado al honor de los altares.
Consideramos entonces que de no tener en cuenta estos principios, se seguirá inevitablemente un escándalo para numerosos fieles, en grave desmedro del respeto debido a los procesos canónicos de la Iglesia, como así también el descrédito de la Congregación para la Causa de los Santos, que por lo visto estaría operando bajo fuertes presiones humanas dando la espalda a la justicia y al obligado testimonio de la Verdad. El reciente mensaje de la Conferencia Episcopal Argentina -“Pascua Riojana, alegría de la Iglesia”-, bajo esta perspectiva, no sólo no contribuye a la tan mentada reconciliación de los argentinos, sino que ha sido recibida por muchísimas almas como una auténtica traición y desprecio de su fe.
Por lo expuesto, los abajo firmantes imploramos por vuestro intermedio, respetuosa pero vehementemente, a cada uno de los responsables, la suspensión de la beatificación del ex obispo de La Rioja prevista para el mes de abril, para lo cual interponemos confiadamente el recurso especial de nuestra súplica a Nuestra Señora del Rosario, que como Madre Auxiliadora nos advirtió en Fátima sobre los errores del comunismo y su expansión como consecuencia de nuestra falta de conversión.
Encomendándonos a sus oraciones, asegurándole las nuestras, y pidiendo filialmente su bendición,
Adhesiones y firmas a santosdeverdad@yahoo.com
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