Por Guillermo Lobo
Cuántas veces nos preguntamos cómo pueden saber nuestras mascotas que es la hora en la que llegamos de trabajar, o que llegó el momento de comer, o de salir a pasear, o de levantarnos. Solemos pensar que quizás nuestras actitudes nos develen, y algo de eso hay. Investigadores de la Universidad del Noroeste (Estados Unidos) pudieron comprobar que nuestros animales sí tienen idea del paso del tiempo.
En un comunicado, la Institución explicó que nuestros compañeros peludos tienen un conjunto de neuronas que se activan “como si fuesen un reloj” mientras esperan. Según explicaron, este trabajo representa “una de las evidencias más claras de que los animales tienen noción del tiempo”.
¿Cómo lo determinaron? Pues decidieron estudiar la corteza entorrinal, ubicada en el lóbulo temporal medio del cerebro, que está asociada a la memoria y la navegación. Dado que codifica información espacial, el líder del estudio, Daniel Dombeck, aventuró que quizás también estaba relacionada con el tiempo. Y, al parecer, no estaba equivocado.
En el experimento, tomaron una cantidad de ratones que debieron correr en una cinta, en un entorno de realidad virtual: tenían que correr por un pasillo, detenerse a mitad de camino y esperar seis segundos a que una puerta se abriese y, luego, continuar hasta el final para recibir una recompensa. Luego de varias sesiones, llegó el momento de la verdad: hicieron invisible la puerta donde debían parar.
¿Qué pasó? ¡Pararon durante seis segundos de todas formas! Sabían dónde estaba ubicada la puerta gracias a la diferencia de texturas del suelo, así que se detuvieron allí el tiempo correcto y luego corrieron hacia el final. “Lo importante aquí es que los roedores no sabían si la puerta estaba abierta o cerrada porque era invisible. La única manera de resolver esta tarea en forma eficiente es utilizando el sentido del tiempo del cerebro”, afirmó James Heys, autor principal del artículo publicado en la revista científica Nature Neuroscience.
Este no fue el único hallazgo, los neurocientíficos observaron que las neuronas asociadas al control espacial se encendían; pero cuando se detenían frente a la puerta invisible, se apagaban y aparecía otro conjunto de células diferente, lo que fue “una verdadera sorpresa y un nuevo descubrimiento”. De acuerdo a Dombeck, estás “células del tiempo” no se activaron mientras que corrían sino solo en descanso, pero “codifican cuánto tiempo ha pasado quieto”, consideró.
La investigación no es meramente anecdótica sino que podría tener implicancias para los humanos. Según indicaron, este nuevo grupo de neuronas podría ser útil en la investigación de enfermedades neurodegenerativas. “Los pacientes con Alzheimer olvidan cuándo pasaron las cosas. Quizás sea porque están perdiendo algunas funciones básicas de la corteza entorrinal, que es una de las primeras regiones del cerebro afectadas por la enfermedad”, consideraron. “Esto podría llevar a una detección temprana: podríamos comenzar preguntando cuánto tiempo ha pasado o pedirles que naveguen en realidad virtual, al igual que a los ratones”, concluyeron.
TN
En un comunicado, la Institución explicó que nuestros compañeros peludos tienen un conjunto de neuronas que se activan “como si fuesen un reloj” mientras esperan. Según explicaron, este trabajo representa “una de las evidencias más claras de que los animales tienen noción del tiempo”.
¿Cómo lo determinaron? Pues decidieron estudiar la corteza entorrinal, ubicada en el lóbulo temporal medio del cerebro, que está asociada a la memoria y la navegación. Dado que codifica información espacial, el líder del estudio, Daniel Dombeck, aventuró que quizás también estaba relacionada con el tiempo. Y, al parecer, no estaba equivocado.
En el experimento, tomaron una cantidad de ratones que debieron correr en una cinta, en un entorno de realidad virtual: tenían que correr por un pasillo, detenerse a mitad de camino y esperar seis segundos a que una puerta se abriese y, luego, continuar hasta el final para recibir una recompensa. Luego de varias sesiones, llegó el momento de la verdad: hicieron invisible la puerta donde debían parar.
¿Qué pasó? ¡Pararon durante seis segundos de todas formas! Sabían dónde estaba ubicada la puerta gracias a la diferencia de texturas del suelo, así que se detuvieron allí el tiempo correcto y luego corrieron hacia el final. “Lo importante aquí es que los roedores no sabían si la puerta estaba abierta o cerrada porque era invisible. La única manera de resolver esta tarea en forma eficiente es utilizando el sentido del tiempo del cerebro”, afirmó James Heys, autor principal del artículo publicado en la revista científica Nature Neuroscience.
Este no fue el único hallazgo, los neurocientíficos observaron que las neuronas asociadas al control espacial se encendían; pero cuando se detenían frente a la puerta invisible, se apagaban y aparecía otro conjunto de células diferente, lo que fue “una verdadera sorpresa y un nuevo descubrimiento”. De acuerdo a Dombeck, estás “células del tiempo” no se activaron mientras que corrían sino solo en descanso, pero “codifican cuánto tiempo ha pasado quieto”, consideró.
La investigación no es meramente anecdótica sino que podría tener implicancias para los humanos. Según indicaron, este nuevo grupo de neuronas podría ser útil en la investigación de enfermedades neurodegenerativas. “Los pacientes con Alzheimer olvidan cuándo pasaron las cosas. Quizás sea porque están perdiendo algunas funciones básicas de la corteza entorrinal, que es una de las primeras regiones del cerebro afectadas por la enfermedad”, consideraron. “Esto podría llevar a una detección temprana: podríamos comenzar preguntando cuánto tiempo ha pasado o pedirles que naveguen en realidad virtual, al igual que a los ratones”, concluyeron.
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