lunes, 25 de junio de 2018

LA VERGONZOSA ACTITUD DEL PAPA POPULISTA


Como ser humano, como profesional de la prensa, como católico duele escribir nuevamente sobre la decadencia moral, espiritual, a la que está llevando Bergoglio con su ideología, su hipocresía y su egolatría al Vaticano. Investigando el aspecto político de su papado, parecería tener entre manos un verdadero thriller que muy bien puede conducir a un cisma de la iglesia de San Pedro.

Por José A. Friedl Zapata

Muchos católicos y no católicos no quieren ver la realidad. Es más fácil creer tener a un Bergoglio santo, que no es capaz de mentir y ser hipócrita. Eso es más cómodo, y a eso se suma la falta de información seria, veraz, de lo que sucede en el Vaticano, donde el Monseñor Darío Viganó a cargo de la poderosa “Segretaria per le comunicazione della Santa Sede”, amigo muy cercano del Papa, se dedicaba sistemáticamente a producir fake-news, a encubrir graves escándalos vaticanos, hasta que hace un par de meses tuvo que renunciar a su cargo, envuelto en un escándalo por hacer pública y tergiversar una misiva personal del ex papa Benedicto XVI, fechada el 7 de febrero de este año. En la misiva entre otros detalles Benedicto se negaba a escribir el prefacio de un libro que está preparando Bergoglio. El sucesor de Viganó, el jesuita norteamericano James Martin, obviamente hombre de confianza del papa, ultra liberal y activo abanderado de los movimientos gays que buscan abrir el sacerdocio también para estos grupos, utiliza, como su antecesor, métodos nada transparentes en su accionar con los medios de prensa. Me viene en mente en estos momentos el comentario de Honoré de Balzac, el autor de esa fantástica radiografía de la sociedad francesa de su época, La Comedie Humaine, afirmando “la policía y los jesuitas tienen las características de no abandonar nunca ni a sus amigos ni a sus enemigos, y bien se aplicaría ahora tanto a Bergoglio como al padre Martin.

Dada esta situación de manipulación de las informaciones provenientes del Vaticano, hacen dificultoso el informar acerca de la realidad vaticana, y hacerlo profesionalmente se ha vuelto un aliciente casi subversivo. Una de las últimas hazañas de los jesuitas Viganó y Martin acentuando aún más la egolatría de Francisco es la realización de un film documental con fondos de la Secretaría de comunicaciones vaticana, para rendirle un culto ya enfermizo al Papa. Esta producción que aún no está en salas cinematográficas lleva el título de “Pope Francis a man of his Word”, o sea “El Papa Francisco: un hombre de palabra”. Su director es el conocido cineasta alemán Wim Wenders que desde el inicio del papado de Francisco, junto a la secretaria de comunicaciones vaticana, vienen trabajando en este producto. El resultado ha sido un film inquietante, claramente propagandístico. Wenders utilizó los efectivos métodos fascistas de su compatriota, la famosa Leni Riefenstahl, la cineasta preferida de Hitler. El documental llega al corazón de las masas y disfraza la falsa humildad de Francisco bajo el manto de escenas piadosas. No hay entrevistas, y es el Papa que se tomó el trabajo de posar horas y horas frente a la cámara, para satisfacer su ego. La periodista norteamericana Maureen Mullarkey de la revista The Federalist, encargada de temas culturales, le dedica al documental un artículo devastador bajo el título de “Wim Wenders documentary is religious pornograhy” y Damon Linker conocido periodista también norteamericano que fuera jefe de redacción de la revista Newsweek, comenta en otro muy negativo artículo acerca del documental, definiéndolo sustancialmente de ser “psychological acuity y machiavelian cunning” o sea aproximadamente un documental de pura astucia psicológica mezclada con estrategias maquiavélicas.

A estas manipulaciones se presta Bergoglio para satisfacer su ego y engañar, confundir a los fieles de su iglesia!

Pero volvamos a nuestro continente para ver sus últimas, lamentables andanzas y acciones. Bergoglio de quien su compatriota, el escritor y periodista Jorge Fernández Díaz escribiera acertadamente “Nunca soñó con ser Papa, soñaba con ser Perón… y tendrá infabilidad papal, pero no política. Se mete mucho en eso y hace muchos destrozos


Pero no es solo eso, consideremos el tipo de personajes realmente siniestros del escenario político de la Argentina con los que mantiene estrechas amistades, personajes que si en el país funcionara la justicia, estarían todos tras las rejas imputados por graves delitos. Es realmente repugnante e hipócrita su actitud, y su imagen internacional va deteriorándose en forma acelerada. Ningún apoyo, ninguna simpatía para presidentes latinoamericanos con claras credenciales democráticas, como Mauricio Macri, Piñera o el recientemente elegido nuevo presidente de Colombia, Iván Duque. Calla. No son de su agrado. Pero pasemos a la sufrida Venezuela, a los horrendos crímenes allí cometidos, a los atropellos a los derechos humanos, a la hambruna que allí presenciamos. ¿Y Bergoglio? El Papa nuevamente calla una y otra vez, y recordemos que el que calla, otorga

Hace pocas semanas el ex presidente colombiano Andrés Pastrana, enormemente molesto por esta actitud lanzó una dura crítica a Bergoglio por su intolerable silencio ante los crímenes del régimen de Maduro, afirmando: “El silencio de Bergoglio ante la perversidad del régimen de Maduro es ya intolerable, es decir, frente a la represión, los crímenes, el hambre, la enfermedad y el destino que sufren los venezolanos.

Esta increíble actitud de un Papa frente a un pueblo creyente, frente a 20 millones de católicos que han perdido casi 19 kilos de peso en un promedio nacional por las penurias alimenticias que están sufriendo en este paraíso del socialismo del siglo 21, al que Francisco no está dispuesto a criticar, porque comparte muchos de sus puntos de vista. No quiere ver los padecimientos que su propia iglesia está atravesando. Sus sacerdotes ya no cuentan con ostias y vino para celebrar sus misas, han tenido que recurrir al pan duro y al agua de la canilla, como lo denunció hace pocas semanas el obispo de la ciudad venezolana de Mérida, con sus 350.oo0 habitantes y sus 13 parroquias, Luis Enrique Rojas Ruiz, al periódico brasileño O Estado de Sao Paulo. Es increíble que con un Papa así, el 96% de la población se declara aún católica.

Pero el colmo de su indiferencia frente a la terrible situación que vive Venezuela, se vivió el pasado domingo 20 de mayo en la Plaza San Pedro en el Vaticano, en medio de un saludo dominical dedicado a su “amada Venezuela”, como Francisco insiste en llamarla. El texto que tenía para leer, preparado por la Secretaria de Estado de la Santa Sede, y que por primera vez mencionaba abiertamente la existencia de presos políticos en el país, y clamaba por su liberación, fue suprimido a último momento por el Pontífice, improvisando simplemente su mensaje lleno de lugares comunes, sin mayor trascendencia, atreviéndose a alzar la mirada ante unos 30.000 fieles congregados en la plaza. El texto del discurso preparado, que no se atrevió a leer ya había sido distribuido a los medios de prensa, lo que causó gran estupor y decepción en los medios de prensa, porque se esperaba finalmente una posición clara y frontal del Papa frente a la crisis en Venezuela. Pero Francisco optó nuevamente por callar cobardemente.

Ya que Bergoglio nació para hacer política y no para ser el líder espiritual de la iglesia católica, debería por lo menos desde el trono de San Pedro abogar, practicar una democracia de la solidaridad, ofreciéndole a todo aquél que sufre y ha sido despojado de sus derechos como los venezolanos, los nicaraguenses, los bolivianos, los cubanos, su apoyo y no estar realizando, como lo hace a todas luces, una selección ideológica, que está en completa contradicción con su misión papal.

Con un Papa así, lo mejor sería aconsejarle que Dios lo agarre confesado, como dice el dicho popular en nuestro continente.

Tribuna de Periodistas

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