Cuenta le leyenda que hace muchos años atrás, los sacerdotes eran los encargados de guiar por el buen camino a las almas, de dar un buen consejo a quien se acercaba a la Iglesia agobiado por alguna crisis en su vida.
También cuentan que los sacerdotes, al consagrarse a la vida religiosa, debían ser pastores de almas y comprometerse a cumplir tres votos: pobreza, castidad y obediencia... ¡que tiempos aquellos!
Lamentablemente, entre los años '60 y '70 la sociedad argentina se vio conmovida por las primeras corrientes revolucionarias de la izquierda a nivel social: así como la feministas revolearon el corpiño, así los curas enrolados en el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM) revolearon la sotana y comenzaron a dedicarse a la politiquería barata, la "participación política y social", y pasaron de pastores de almas a punteros políticos.
Hoy, los sacerdotes enrolados tras las banderas rojas del comunismo, nos hacen entristecer el alma. No han aprendido nada de la historia. Nos muestran que NO HAY ARREPENTIMIENTO de parte de la Iglesia por haber transformado en guarida de terroristas a lugares sagrados, porque eso es la CASA DE DIOS.
Aquellos curas que traicionaron su vocación, que resguardaron en sus claustros a terroristas asesinos, protegiéndolos de las fuerzas de seguridad que lo único que hacían era defender nuestra Patria, que mal que les pese a muchos, nació católica.
Esta reflexión viene a cuento ante el Comunicado de Prensa emitido desde la Diócesis de Quilmes, un panfleto que parece salido de una Unidad Básica y no de la Iglesia.
Señores sacerdotes: no necesitamos de una Iglesia golpista y desestabilizadora como hace 40 años atrás, cuando se desviaron del camino haciendo alianza con los "jóvenes idealistas" que nos asesinaban. No necesitamos que nos cuiden el bolsillo ni nos adoctrinen políticamente, necesitamos que cuiden nuestras almas! que nos aconsejen con la palabra de Dios y no con discursos revolucionarios!
Cris Yozia
* * *
Conmemoración del 25 de mayo de 1810
POCO O NADA PARA CELEBRAR
Aquella semana de mayo, la iglesia acompañó el día en que comenzó a germinar la semilla de la autodeterminación de los pueblos, hoy 208 años después queremos expresar:
• Nuestra más profunda preocupación frente a un nuevo pedido al FMI, por parte del gobierno nacional, de "salvataje económico".
Lejos de cualquier celebración, no podemos menos que advertir de las consecuencias de pobreza y exclusión de este exponencial endeudamiento.
• Nuestra opción preferencial por los pobres como Iglesia que peregrina en Berazategui, Florencio Varela y Quilmes, nos pide estar siempre del lado de los “descartables” de la historia, como describe el Papa Francisco a las multitudes que sufren la injusta distribución de una riqueza que, cada vez más, se concentra en menos manos. El problema de nuestra Patria no habría que focalizarlo en las carencias de los pobres sino en la acumulación de los ricos, que es su causa.
En este sentido, la reciente publicación de las “consideraciones para un discernimiento ético sobre algunos aspectos del actual sistema económico-financiero” de la Congregación para la Doctrina de la Fe y el Dicasterio para Promover el Desarrollo Humano Integral (17/05/2018) son oportunas reflexiones para entender la necesidad de una base ética de las cuestiones económicas y financieras. La Argentina, como tantos otros países “emergentes” (1) , padecen las consecuencias de oscuros negocios que trascienden la Patria y que nadie regula, y como dice el documento vaticano, “es necesario igualmente permitir y alentar razonables vías de salida de la espiral de la deuda, no poniendo sobre los hombros de los Estados –y por tanto sobre los de sus conciudadanos, es decir, de millones de familias cargas que de hecho son insostenibles.”
Confiamos que esta semilla sembrada en los acontecimientos de Mayo de 1810, la cual fue creciendo y arraigándose en el corazón del pueblo argentino a través de los siglos, y que se expresan en la lucha diaria de cada familia argentina en la búsqueda de la dignidad y la justicia, la impulsen a buscar y reclamar con fe y esperanza una patria más fraternal y solidaria.
Nos ponemos bajo la protección y el amparo de nuestra Madre, Virgen de Luján, Patrona de nuestro pueblo, para que no deje de acompañarnos en nuestras búsquedas y reclamos a favor de los más excluidos y olvidados.
Departamento Justicia y Paz
Diócesis de Quilmes
Quilmes, 23 de mayo de 2018
NdR:
(1) Argentina perdió la categoría de país emergente en el año 2009, por lo que hoy somos catalogados como un país fronterizo.
Estos hechos ocurrieron durante el régimen K que asoló nuestro país de una manera escandalosa, ya que gracias a ellos, que hoy se erigen en salvadores de la Patria, aún no podemos consolidarnos para que en el exterior seamos catalogados nuevamente como país emergente.
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