Por Pato Acevedo
Existen excepciones, desde luego, como la bipartición en organismos microscópicos o el hermafroditismo en algunos insectos y peces. En la especie humana, sin embargo, es un hecho biológico que los sexos son dos. Habitualmente se les llama varón y mujer.
Se habla de hermafroditismo en humanos, pero no es un tercer sexo sino una condición patológica que afecta al proceso de gestación. El hermafroditismo en humanos es una enfermedad, porque la reproducción en nuestra especie se produce por el encuentro de dos sexo, ni más ni menos. Es por lo mismo que en nuestra especie los niños tienen pene y la niñas vagina.
Cualquier mutilación del cuerpo, voluntaria o no, no modifica el sexo de una persona, pues el sexo es una realidad biológica, donde la psicología no juega ningún papel.
Por su parte, los géneros en español son tres: masculino, femenino y neutro. El género es una categoría lingüística referida a la concordancia entre las palabras y que, si el sujeto tiene sexo, debe coincidir con él. El género además cambia según los diversos idiomas que existen en el mundo.
Así como reconozco el derecho de quienes se mutilan y visten de forma poco habitual, a hacerlo, exijo que se me respeten ciertos derechos. Exijo que se respete mi derecho a manifestar la realidad como la veo, y a no ser castigado por eso. Si una persona se ve como mujer la trataré como tal, porque no ando preguntando a cada mujer que veo en la calle si ese es realmente su sexo. En cambio, si veo a un hombre vestido como mujer, tengo el derecho a tratarlo como lo que es, un hombre, y no ser castigado por ello. Si mi percepción de la realidad molesta a otra persona, pero no provoca ningún daño, no corresponde ningún castigo ni discriminación por parte del Estado. Y no, el daño psicológico no es daño para estos efectos. La vida en sociedad nos exige tolerar a las personas que no están de acuerdo con uno.
Vulnera la libertad de expresión y de conciencia obligar a toda una comunidad escolar a tratar a una persona de cierta forma. El Estado que impone esas sanciones lo hace en pos de una ideología determinada acerca de la sexualidad de los seres humanos, lo que es ilegítimo pues viola la neutralidad del Estado en materias científicas. Es absurdo que el Estado asuma como propia una “política de género", porque la sexualidad de las personas es un asunto privado, que los ciudadanos deben ejercer sin injerencia del Estado.
Finalmente, si tengo un amigo o amiga en esa situación, puede que acceda a sus deseos y lo trate como una persona del otro sexo. Eso es una cortesía (como decirle que un vestido no te hace ver gorda) y no otorga derechos a nadie.
InfoCatolica
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