Por Rick Fitzgibbons, MD *
En los últimos años, la Iglesia Católica ha pasado por una de sus crisis más graves como resultado del abuso sacerdotal de jóvenes, siendo las principales víctimas adolescentes varones. Este escándalo mundial fue activado por los comportamientos irresponsables y permisivos de los miembros de la jerarquía que cometieron el error de “guiñar” la homosexualidad en sus sacerdotes, según dijo un Obispo en un programa de EWTN en el que participé.
Este escándalo también fue habilitado por un número reducido de directores espirituales, que desconocían la ciencia psicológica y les dijeron a los sacerdotes que sufrían de las atracciones del mismo sexo que estaban dirigiendo que habían “nacido de esa manera” en lugar de referirlos a profesionales de salud mental competentes, con lo que se podría haber evitado que muchos jóvenes fueran abusados.
Para restaurar la confianza y la fe gravemente dañadas en los laicos, es responsabilidad de los miembros de la Jerarquía y los sacerdotes que nunca más actúen como líderes / pastores permisivos cuando se plantean graves amenazas a la moral, intelectual, psicológica, sexual y el bienestar de la juventud.
Como psiquiatra, he trabajado extensamente con jóvenes católicos gravemente perjudicados por el divorcio de sus padres, habilitados por las anulaciones “fáciles” del sacramento matrimonial, sin tener en cuenta la justicia, la misericordia y la ciencia psicológica, y también afectados por las epidemias de narcisismo, marihuana, pornografía, y relaciones sexuales (usando otras personas como objetos para la satisfacción personal), y la enorme presión de los compañeros para ser sexualmente activos, y además, sufrir los conflictos psicológicos de sus padres, hermanos y compañeros.
Sin embargo, en mi opinión profesional, la amenaza más peligrosa para los jóvenes católicos que he visto en los últimos 40 años es el nuevo programa de educación sexual del Vaticano, “El Punto de Encuentro: Curso de Educación Sexual Afectiva para Jóvenes”.
El Punto de Encuentro fue publicado en la Jornada Mundial de la Juventud en Polonia por el Consejo Pontificio de la Familia y luego bajo la dirección del Arzobispo Paglia y ahora está disponible en línea, gratis, en cinco idiomas diferentes.
La respuesta inmediata a “The Meeting Point” (El Punto de Encuentro) fue fuerte y muy crítica. Tres líderes internacionales de vida y familia que han defendido la enseñanza católica sobre el matrimonio, la sexualidad y la vida durante décadas lo han revisado y descrito como “completamente inmoral”, “totalmente inapropiado” y “bastante trágico”.
“El Punto de Encuentro” también ha sido criticado por desviarse de los 2.000 años de enseñanza de la Iglesia Católica sobre la moral sexual y la formación moral de los jóvenes en esta área, tan perfectamente aclarada y descrita por San Juan Pablo II en la Carta Magna para la familia católica.
Posteriormente, se ha desarrollado una petición solicitando que el Papa Francisco y el nuevo director del Consejo Pontificio de la Familia, el Obispo Kevin Farrell, retiren lo antes posible este programa de pesadilla de “educación sexual del Vaticano”.
En una cultura en la que los jóvenes son bombardeados por la pornografía, me impactaron particularmente las imágenes contenidas en este nuevo programa de educación sexual, algunas de las cuales son claramente pornográficas. Mi reacción profesional inmediata fue que este enfoque obsceno o pornográfico abusa de los jóvenes psicológicamente y espiritualmente.
Los jóvenes también se ven perjudicados al no advertirles sobre los peligros a largo plazo de los comportamientos promiscuos y el uso de anticonceptivos. Como profesional que ha tratado tanto a sacerdotes perpetradores como a las víctimas de la crisis de abuso en la Iglesia, lo que encontré particularmente preocupante fue que las imágenes pornográficas en este programa son similares a las utilizadas por los depredadores sexuales adultos de adolescentes.
La principal persona responsable del desarrollo y la ejecución de este programa dañino, el Arzobispo Paglia, ex líder del Consejo Pontificio de la Familia, debe ser requerido ante la justicia para pasar por una evaluación en un comité de revisión, como se describe en las normas de la Carta de Dallas, ya que está poniendo a la juventud en riesgo. Tal revisión es particularmente importante ya que ahora se lo ha puesto a cargo de la enseñanza adicional sobre la sexualidad y el matrimonio en el Instituto de Estudios de la Familia Juan Pablo II.
El programa “Meeting Point” constituye un abuso sexual de adolescentes católicos en todo el mundo y revela un desconocimiento de la enorme presión sexual que padecen los jóvenes hoy en día y da lugar a una confusión posterior al aceptar la enseñanza de la Iglesia. Representa una grave crisis en el futuro de la Iglesia y, en particular, para los jóvenes y las familias católicas en proporciones mucho mayores que la escandalosa crisis de abuso sexual recientemente informada en la prensa.
El programa de “educación sexual” del Vaticano debe ser retirado lo más pronto posible por el nuevo director del Consejo Pontificio de la Familia, el obispo Kevin Farrell, para proteger la salud de los jóvenes católicos y ser reemplazado por un nuevo programa siguiendo la excelente enseñanza de San Juan Pablo II sobre el matrimonio, la juventud, la familia y la sexualidad desde el papel de la familia cristiana en el mundo moderno. La Iglesia no ha asimilado completamente la riqueza de las ideas contenidas en la enseñanza de San Juan Pablo II. Este debe ser el mandato del nuevo Consejo Pontificio para la Familia, el Laicado y la Vida.
Las palabras de San Juan Pablo II de su reunión con los cardenales y obispos estadounidenses el 23 de abril de 2002 sobre la crisis en la Iglesia son tan oportunas hoy como lo fueron entonces para los miembros de la jerarquía, y particularmente para el Vaticano. Él declaró: “La gente debe saber que los obispos y los sacerdotes están totalmente comprometidos con la plenitud de la verdad católica en cuestiones de moralidad sexual, una verdad tan esencial para la renovación del sacerdocio y el episcopado como lo es para la renovación del matrimonio y la vida familiar”
* Rick Fitzgibbons, MD, es el director del Instituto para la Curación de los Matrimonios fuera de Filadelfia y ha trabajado con miles de parejas durante los últimos 40 años, incluidos cientos de parejas y jóvenes católicos casados. También es profesor adjunto en el Pontificio Instituto Juan Pablo II de Estudios sobre el Matrimonio y la Familia en la Universidad Católica y es miembro de la junta del Instituto Internacional para el Perdón .
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