Algunos de los fragmentos del nuevo dinosaurio descrito - Universidad de Zaragoza
La Universidad de Zaragoza en colaboración con el Museo de Salas de los Infantes de Burgos ha descrito los restos de un nuevo y diminuto dinosaurio ornitópodo del Barremiense superior (125 millones de años) de Burgos en la prestigiosa revista PlosOne. Además han reconocido un nuevo grupo llamado Rhabdodontomorpha, de los cuales se conocían representantes en el Cretácico Superior, pero no en el Cretácico Inferior, intervalo temporal que se le consideraba como un linaje fantasma.
El nuevo estudio permite agrupar por primera vez a un tipo de dinosaurios con el nombre de Rhabdodontomorpha. Se trata de un grupo de pequeños dinosaurios bípedos comedores de plantas bien representado en el final del Cretácico de diferentes yacimientos de Norteamérica y Europa, sin embargo carece de especies descritas en el Cretácico Inferior por lo que se ha considerado un ejemplo típico de Linaje fantasma en este intervalo temporal. Lo que en otros contextos se ha usado como “eslabones perdidos”. La historia de la evolutiva de los dinosaurios tiene numerosos huecos por rellenar, intervalos temporales que conocemos que un determinado grupo debía vivir, pero del que no se conoce registro fósil, ahora hay uno menos.
Los restos de un pequeño dinosaurio ornitópodo de Burgos encontrados hace más de 20 años y que estaban sin estudiar ha deparado la sorpresa de ser un representante primitivo de Rhabdodontomorpha. Dado que el material estudiado es fragmentario no se le ha asignado un nuevo nombre de especie, aunque claramente se trata de un nuevo taxón sin nombrar.
Los huesos pertenecen a cinco ejemplares al menos, procedentes del yacimiento de Vegajete. Hay huesos de individuos adultos y juveniles o inmaduros, pero todos ellos son muy pequeños. El material es fragmentario y desarticulado, a pesar de lo cual hay representación de todas las partes del esqueleto, cráneo, vértebras, miembros, conservando casi completo uno de los pies. Diferentes investigadores habían predicho que estos pequeños dinosaurios bípedos tenían que estar en rocas de más de 100 millones de años (Cretácico Inferior), ya que sus descendientes se conocen en rocas de hace 70 millones de años (Cretácico Superior). El nuevo estudio confirma esta hipótesis y, por tanto, han dejado de ser un linaje fantasma. Un buen ejemplo de investigación científica aplicada a dinosaurios.
La investigación forma parte de un convenio de colaboración entre la Universidad de Zaragoza y el Museo de Salas de Infantes. Ha sido liderada por los investigadores Paul Emile Dieudonné y José Ignacio Canudo del Grupo Aragosaurus-IUCA de la Universidad de Zaragoza, además han participado Fidel Torcida (Colectivo arqueológico y paleontológico de Salas), Thierry Tortosa (Réserve Naturelle Nationale Sainte-Victoire, Marsella, Francia), Ignacio Díaz Martínez (Universidad Nacional de Río Negro, Argentina). Los fósiles se encuentran depositados en el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes.
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