Una cuna blanca colocada frente al altar tenía los restos incinerados de un Chihuahua llamado "Miss Chiwa", que había sido un modelo de ropa para perros en revistas y anuncios de televisión.
Durante la ceremonia, una mujer identificada como la "madre" del perro, en realidad su dueña, pronunció un discurso en el que recordaba las "grandes hazañas" del perro, como si fuera un ser humano. P. Lallemand estaba a su lado para animarla.
El punto del sermón de Lallemand era que "le debemos respeto a los animales". No lo hizo, pero podría haber citado la declaración errónea del Papa Francisco de que los animales van al Paraíso.
Muchos belgas llorosos asistieron a la ceremonia trayendo sus propios perros. Después del "servicio", se formó una fila de personas, dos filas antes del último, para pasar por la cuna blanca y "rendir su último respeto" al perro...
Historiadores y sociólogos afirman que cuando una civilización le da a los animales el mismo tratamiento. como seres humanos, está a punto de desaparecer... Esta vez debemos agregar que es con el apoyo de la Iglesia Conciliar e implica la profanación de la Iglesia de San Víctor.
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