El Papa nos invita este “Año de la Fe” a ser signos de esperanza, y a comunicar a todos la alegría de la fe con el entusiasmo que proviene del estar movidos por el Espíritu Santo, confiando en la promesa hecha por Jesús a la Iglesia.
Por el Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
Con motivo del “Año de la Fe”, se dio inicio también a un Sínodo de Obispos cuyo tema es “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”. Este Sínodo, que reúne a varios obispos de todo el mundo, terminará el 28 de octubre, por lo que podemos estar encomendándolo estos días.
En un discurso que el papa Benedicto XVI había dado a los nuevos evangelizadores, quiso reflexionar sobre las palabras inspiradas en la Sagrada Escritura: “La Palabra de Dios crece y se multiplica”.
El Papa hacía ver la necesidad de transmitir la Palabra de Dios, teniendo en cuenta que hoy en día encuentra un rechazo, hay modos de pensar y de vivir que están lejos de la búsqueda de Dios y de la verdad. El hombre contemporáneo está, a menudo, confuso y no consigue encontrar respuestas a tantas preguntas que agitan su mente con respecto al sentido de la vida y a las cuestiones que alberga en lo profundo de su corazón. Desgraciadamente, al hombre actual se le propone una felicidad efímera, que lo contenta sólo un instante, pero que deja, enseguida, tristeza e insatisfacción.
No obstante, la semilla de la Palabra cae también hoy en un terreno bueno que la acoge y produce fruto. En el mundo, aunque el mal hace más ruido, continúa existiendo un terreno bueno. Por ello no hay que cansarse de esparcir la buena semilla.
2) Para pensar
Además, continúa el Papa, no podemos caer en el pesimismo, sino todo lo contrario. Hemos de tener la certeza de que la Palabra de Dios continúa creciendo y difundiéndose. Esta seguridad proviene de que la fuerza de la Palabra no depende, en primer lugar, de nuestra acción, de nuestro “hacer”, sino de Dios, ¡Debemos dejar que Dios actúe!
Esta actitud la tenía Santa Teresa de Jesús. En su época era utilizada una antigua moneda española llamada maravedí. Así se entiende lo que solía decir la santa con buen humor y no menos sentido sobrenatural: “Teresa sola no puede nada; Teresa y un maravedí, menos que nada; Teresa, un maravedí y Dios, lo pueden todo”.
3) Para vivir
Si realmente queremos saber sacarle provecho a nuestra vida, solo Cristo nos enseña el verdadero arte de vivir, el camino de la verdadera felicidad, porque Él mismo es el camino de la vida. El mundo de hoy necesita personas que lo anuncien y testimonien. Pero ese anuncio debe estar fundado en una relación intensa con Él, en una intensa vida de oración. Dice el Papa que el mundo necesita personas que hablen a Dios para poder hablar de Dios. Es decir, primero hemos de hablar con Dios, hacer oración, y así podremos saber hablar de Él.
El Papa nos invita este “Año de la Fe” a ser signos de esperanza, y a comunicar a todos la alegría de la fe con el entusiasmo que proviene del estar movidos por el Espíritu Santo, confiando en la promesa hecha por Jesús a la Iglesia: “He aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28,20). Sabiendo, además, que contamos con la protección de la Virgen María, Estrella de la nueva evangelización.
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