Los
adolescentes que siguen ciertos hábitos alimenticios, como comer lentamente y
consumir cuatro comidas o más al día, tienen menores niveles de grasa corporal,
independientemente del ejercicio que hagan, revela un estudio en España.
Los
investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Nutrición (ICTAN)
del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, estudiaron a cerca de
2.000 adolescentes de entre 13 y 18 años en cinco ciudades españolas.
El
objetivo, dice el estudio publicado en Journal of Adolescent Health (Revista de
Salud Adolescente), era investigar qué factores específicos del estilo de vida
y la nutrición tienen una influencia en la prevención de la obesidad.
"Son
muchos los factores de la dieta que influyen en la prevalencia de obesidad:
composición, la cantidad de energía y macronutrientes, el tipo de alimentos,
momento en el que se consumen etc." explica a BBC Mundo la doctora Sonia
Gómez, quien dirigió el estudio en el ICTAN.
"El
objetivo de nuestro trabajo era encontrar patrones de hábitos de alimentación y
actividad física relacionados con la obesidad y que pudieran ser utilizados
como medida preventiva de este problema que nos genera y generará problemas a
corto y medio plazo" agrega.
Para
el estudio los investigadores analizaron los registros de jóvenes que estaban
participando en el estudio Alimentación y Valoración del Estado Nutricional en
Adolescentes (AVENA) , un sondeo nacional sobre salud y nutrición de
adolescentes españoles.
Los
investigadores compararon los hábitos dietéticos de los participantes: las
comidas que hacían, el tiempo que pasaban en cada una de ellas, el número de
comidas, consumo de bebidas gaseosas y alimentos de comida rápida.
También
registraron sus niveles de grasa corporal tomando medidas de los pliegues
cutáneos en seis partes del cuerpo y su circunferencia de cintura.
Y
se preguntó a los participantes cuánto ejercicio y actividad física llevaban a
cabo en su tiempo libre.
COMER MÁS Y MÁS
LENTO
Los
resultados, como explica la doctora Gómez mostraron que los pliegues cutáneos y
la circunferencia de cintura eran menores entre los adolescentes que consumían
más de cuatro comidas.
"Como
conclusión podemos decir que determinados hábitos como comer menos de 4 veces
al día o muy deprisa están asociados con mayor cantidad de grasa corporal en
nuestros adolescentes"
Estos
incluían: un refrigerio a media mañana, un refrigerio a medio día y cuatro
comidas cada día.
Y
según el estudio, los delgados también pasaban más tiempo del normal en cada
comida.
"Nuestros
resultados muestran que el consumo de un refrigerio a media mañana, un
refrigerio a medio día, consumir más de cuatro comidas al día y pasar un tiempo
adecuado en estas comidas son hábitos dietéticos importantes asociados con un
nivel más bajo de grasa corporal en adolescentes españoles" dice la
doctora Gómez.
El
estudio mostró además que los adolescentes que consumían desayuno regularmente
eran más delgados que los que se saltaban este alimento. Y los beneficios se
observaron principalmente entre los varones que no llevaban a cabo ninguna
actividad física en el día.
Tal
como explica la doctora Gómez, los estudios en España muestran que 25% de los
adolescentes -uno de cada tres niños y una de cada cuatro niñas- son obesos o
tienen sobrepeso, y este período de desarrollo "es decisivo en la
vida".
"La
obesidad es una enfermedad crónica asociada al desarrollo prematuro de
enfermedad cardiovascular, diabetes y cáncer" dicen los investigadores.
"Es
necesario poner especial atención a la obesidad durante la niñez y adolescencia
porque muchos estudios han revelado que los niños obesos tienen más
probabilidades de convertirse en adultos obesos" agregan.
DIETA ESPECIAL
El
crecimiento que experimentan los jóvenes durante la pubertad -desarrollan casi
20% de altura y 50% de masa muscular y ósea- determina sus necesidades
nutricionales.
Según
la doctora Gómez, "durante la adolescencia se requiere una enorme cantidad
de energía y nutrientes y se debe diseñar una dieta para satisfacer esas
necesidades, especialmente con tres importantes minerales: calcio, hierro y
zinc".
La
recomendación para los adolescentes, agrega la investigadora, es que incluyan
en sus alimentos tres o cuatro vasos de leche o yogur para obtener calcio,
vitamina D y riboflavina; cinco o más porciones de frutas y vegetales; dos
porciones de alimentos proteínicos magros; de seis a doce porciones de cereal,
pasta, arroz y papas y consumir con moderación alimentos ricos en grasas y
azúcar.
"Como
conclusión podemos decir que determinados hábitos como comer menos de 4 veces
al día o muy deprisa están asociados con mayor cantidad de grasa corporal en
nuestros adolescentes" afirma la investigadora.
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