Por Evangelina Himitian
Son los últimos datos disponibles que manejan instituciones como Fundación Huésped, Unicef y la Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM) sobre la adolescencia argentina.
Si se comparan los datos con informes de hace cinco años se comprueba que los niveles de información sobre prácticas sexuales se han incrementado en las nuevas generaciones, sin que esto haya significado un retraso en la edad de iniciación sexual.
El dato cobra relevancia ante las declaraciones de la directora general de Escuelas mendocina, María Inés Abrile de Vollmer, que reavivó la controversia al advertir: "Los chicos mal piensan sobre muchas cosas, como que no hay riesgo de embarazo en la primera relación sexual. La escuela debe estar ahí para retrasar la primera vez en los adolescentes", apuntó, y despertó la controversia.
No obstante, la encuesta que hizo hace tres meses la Fundación Huésped, junto con Unicef, entre 1100 adolescentes de entre 13 y 19 años, indica que los adolescentes de hoy conocen los métodos anticonceptivos, los usan, saben que tienen derecho a exigirlos en forma gratuita, lo mismo que con la anticoncepción de emergencia.
Sin embargo, el mayor acceso a la educación sexual no significó un retraso en la iniciación sexual, sino que, por el contrario, el promedio de edad continúa descendiendo.
"Se han unificado la edad de iniciación de los varones y de las mujeres. Hace cinco años, ellos se iniciaban a los 15 años y ellas, a los 17. Hoy, en ambos casos, es a los 14. Significa que la iniciación más temprana en las mujeres, desde el punto de vista del mundo adolescente dejó de ser mal vista", explica Diego Cal, que coordina desde hace diez años los talleres de educación sexual que dicta FEIM en escuelas públicas porteñas.
¿Cuáles son, entonces, los factores que más inciden a la hora de la iniciación? El entorno, los amigos, lo socialmente aceptable para sus pares. La familia y la escuela, en cambio, encarnan para ellos lo socialmente aceptable para el mundo adulto. Los especialistas dicen que los adolescentes suelen hacer un promedio entre un criterio y otro, en el que tiene mucha importancia la autoestima.
"Ocurre que el objetivo de la educación sexual integral no es posponer la edad de iniciación. El descenso de la edad de iniciación hay que asociarlo fundamentalmente a los estímulos a la erotización de los medios y también a la presión de los pares. La educación sexual permitirá tener interlocutores en los docentes hoy inexistentes, ya que los padres en general no son buenos interlocutores", afirma Mabel Bianco, directora de FEIM.
"Cuantos más recursos tengan, en mejores condiciones van a estar para tomar decisiones. Pero creer que con una charla sobre métodos anticonceptivos se va a lograr retrasar el inicio sexual o disminuir el índice de embarazos es querer tapar el sol con un dedo", apuntó Cal.
El debut sexual se da cada vez a edades más tempranas y fuera del marco de una relación estable: con un amigo o un conocido, en un lugar no muy íntimo, como un boliche o un auto. Es como una prueba, un ensayo para saber cómo es el tema. Para las chicas, la primera vez ya no reviste una experiencia romántica, sino más bien fáctica, algo que disfrutarán más adelante, con la persona de la que estén enamoradas.
El sexo oral es una experiencia que en la mayoría de los casos precede al debut, que para los adolescentes es equivalente a una relación sexual penetrativa. "Para ellos, el sexo oral es algo más que un beso. No llega a ser una relación y por eso, lamentablemente, no utilizan preservativos", apunta Cal.
Un estudio que se hizo el año pasado entre adolescentes latinoamericanos y que fue publicado por la revista The Biologist, apuntó que, a pesar de que existe consenso acerca de que es irreversible la tendencia mundial a la disminución en la edad de iniciación sexual, sí existen algunos patrones entre los chicos que retrasan el debut.
Uno de ellos es la autoestima: los adolescentes que tienen una autopercepción positiva de ellos mismos tienen mayor probabilidad de debutar a edades más avanzadas. En esto, juega un papel fundamental la familia y la educación, pero no desde lo técnico, desde el mandato, sino desde el afecto, que suele ser más efectivo.
El estudio también observó que aquellos que viven en hogares en los que existe una estructura familiar compuesta por madre y una relación parental tienen su primera vez más tarde que los que viven en hogares monoparentales.
En cuanto a la educación, se señala que los chicos que tienen bajo rendimiento educativo suelen iniciarse sexualmente en forma más anticipada.
"Hay un dato que resulta llamativo. A pesar de que la edad de iniciación promedio es a los 14 años, cuando en los talleres sacamos el tema y les preguntamos a los chicos cuál creen que es la edad ideal para iniciarse, dicen que es a los 17. Esto habla de cómo viven ellos mismos la sexualidad durante los primeros años, de un modo tal vez no del todo satisfactorio. Se inician a una edad, pero desearían que hubiera sido más tarde", explica Cal.
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