Progresismo Legislativo Abortista = ¿Congreso Nacional al servicio del colonialismo político y cultural?
Por José Arturo Quarracino
«El aborto es el derecho que tiene la mujer de determinar su propia fertilidad»
(John Davison Rockefeller III, The Second American Revolution, p. 64)
En su afán por estar a tono con los tiempos, un grupo de legisladores auto-creídos progresistas impulsan un nuevo proyecto de despenalización del aborto en el Congreso Nacional (0998-D-2010). Pretendidamente progresista, esta iniciativa concluye una verdadera claudicación ante la banca financiera mundial, ya que concede estatus democrático a la ideología antinatalista promovida por el imperialismo internacional del dinero, con el agravante que su implementación supondría también la violación de nuestra Carta Magna, al implantar la eliminación arbitraria y a piacere de todo ser humano en el vientre materno del que no se desea su existencia, lo cual significa esencialmente la implantación de la pena de muerte, aunque se utilice un eufemismo –Interrupción voluntaria del embarazo- para encubrir ese asesinato.
Para decirlo en forma sintética: en nombre de los derechos humanos de la mujer, se impulsa la pena de muerte para los niños-hijos, inocentes e indefensos. Y en nombre de la democracia y en claro ejemplo de colonialismo cultural, político e ideológico, se impulsa e implanta la ideología antinatalista y criminal de la oligarquía angloamericana depredadora que impera en el mundo, representada por el clan Rockefeller.
Un buen ejemplo de esta conducta lo constituye una legisladora “liberada del Sur”, que en su página web se presenta acompañada de la imagen de Ernesto “Che” Guevara[1], aunque al mismo tiempo firma el proyecto de despenalización del aborto redactado literalmente con conceptos y argumentaciones elaborados por John Davison Rockefeller III. Verdadero ejemplo paradigmático de esquizofrenia política, ya que los progresistas pseudo-izquierdistas fomentan la ideología antinatalista y genocida del imperialismo financiero angloamericano.
“Guevara y Rockefeller, un solo corazón”
1. La “democratización” de la ideología antinatalista de la oligarquía financiera mundial. Ya en el primer artículo del mencionado proyecto legislativo se introduce el concepto del aborto como “derecho” [2] , aunque este derecho no está explicitado ni formulado en ningún documento oficial de Naciones Unidas ni en Tratado Internacional alguno.
Muy por el contrario, quien le ha dado carta de ciudadanía al aborto como derecho ha sido John Davison Rockefeller III en el año 1973, en un texto en el que diseña la refundación y reconfiguración de la sociedad estadounidense sobre la base del control de la natalidad: «el aborto es el derecho que tiene la mujer de determinar su propia fertilidad» [3] .
Este “derecho” al aborto se funda, según el gran oligarca estadounidense, por un lado en un supuesto “principio ético” por él instituido, según el cual «sólo deben ser traídos al mundo los hijos deseados» [4] , y por otro lado en el dogma también inventado por él, según el cual «decidir la cantidad de hijos y el espaciamiento entre ellos es el derecho humano básico» de todo individuo y pareja [5].
La gran mayoría de los legisladores que promocionan esta iniciativa reivindican a los pueblos originarios, critican al neo-liberalismo y a la globalización, levantan las figuras del Che Guevara, de Fidel Castro, de Evo Morales, del “comandante” Hugo Chávez, etc. Pero por otro lado reivindican como progresista y de avanzada la infame ideología de odio a los niños, elaborada por la más cruel de las oligarquías que ha conocido la historia humana, la plutocracia angloamericana que patrocina el imperialismo internacional del dinero y del capitalismo financiero especulativo y depredador, con el clan Rockefeller a la cabeza.
En pocas palabras: los progresistas pretenden convertir a la ideología corporativa privada del capitalismo financiero internacional en normativa de nuestra vida social y política. Reniegan de nuestros valores culturales indígeno-hispano-criollo, para impulsar y legitimar democráticamente la ideología angloamericana promotora del genocidio más espantoso y aberrante de toda la historia humana.
2. La violación de la Constitución Nacional, imponiendo la pena de muerte. Pero además de promover la ideología reaccionaria del gran capital financiero mundial, con su iniciativa nuestros legisladores “progres” estarían impulsando la violación de la Constitución Nacional, al pretender imponer la pena de muerte contra seres humanos absolutamente inocentes e indefensos.
En apoyo de su postura, estos legisladores citan pactos y tratados internacionales que tienen rango constitucional, entre ellos el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ONU, 1966) y la Convención Americana sobre Derechos Humanos (San José de Costa Rica, 1969). Pero una lectura atenta de estos documentos permite apreciar que en ninguno de ellos aparece ni enunciado ni insinuado el aborto, mucho menos el acceso legal al mismo.
Lamentablemente, estos legisladores proabortistas olvidan o ignoran que en ambos Tratados-Pactos, citados por ellos, se afirma explícitamente que el derecho a la vida «es inherente a la persona humana», razón por la cual «nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente» [6]. También se afirma que todo ser humano es persona [7], y que no se puede restablecer la pena de muerte en los países donde no está en vigencia [8]. Además, que no se puede aplicar en ningún caso la pena de muerte a menores de 18 años o que estén en el vientre materno, como así tampoco a las mujeres embarazadas [9]. En este sentido, la propuesta legislativa barre con todos estos criterios que protegen la vida de los niños por nacer, aunque tengan rango constitucional.
Se impone entonces la gran pregunta: ¿por qué los críticos del neoliberalismo y de la globalización impulsan la ideología antinatalista de los padres del proceso que critican, haciendo propuestas que violan preceptos de nuestra Constitución?
3. La Despenalización absoluta del Aborto. Más allá de la aparente restricción al “derecho” a abortar circunscrito a las primeras 12 semanas del embarazo, en realidad este proyecto CONSAGRA LA DESPENALIZACIÓN TOTAL DEL ABORTO en sus ARTÍCULOS 10 y 11, ya que propone la derogación de los artículos 85 y 86 del Código Penal de la Nación. Si se sancionara esta aberración, el aborto dejaría de ser un delito penal.
En este caso en particular, los autores de este proyecto no son otra cosa que voceros de la oligarquía financiera mundial, en tanto de hecho propone en forma literal que el Estado sancione una legislación que posibilite la instauración de un ambiente positivo para la práctica del aborto a petición y que sean derogadas las leyes que restringen el acceso al aborto, que éste pueda ser efectuado sea por simple pedido de la interesada y llevado a cabo por médicos matriculados [10].
Serán legisladores nacionales los que firman este proyecto de ley, pero al examinar las fundamentaciones de este texto, tal como lo mostramos en las citas adjuntas, se pone en evidencia que en realidad EL REDACTOR ORIGINAL DEL PROYECTO NO ES OTRO QUE LA FAMILIA ROCKEFELLER, vocera y operadora política por excelencia del la plutocracia angloamericana que impulsa tanto la concentración de la riqueza mundial en sus manos como el holocausto demográfico planetario en el vientre de las mujeres.
Aunque esté presentado en idioma español, este proyecto no puede disimular la matriz anglófona y oligarca de su redacción, tal como lo han concebido los dueños de las finanzas mundiales.En el siglo XVIII a. C., el rey Hammurabi de Babilonia consagraba como una de las funciones primordiales del Estado –encarnado en la persona del monarca- la protección de los más débiles frente al atropello de los poderosos, con la finalidad de promover el bienestar de la humanidad [11]. En los albores del siglo XXI, a 3.800 años de distancia pero en un verdadero retroceso a las tinieblas de las etapas pre-cavernícolas de la historia humana, hay quienes pretender organizar un nuevo orden mundial sobre la base del genocidio sistemático y permanente de los más débiles de todos los seres humanos, con el Estado al servicio de un abominable holocausto demográfico, en beneficio de los más poderosos. En nombre del progreso pero en coincidencia absoluta con los ricos del mundo.
Bien harían nuestros legisladores “progres” en volver a leer y aprender de las grandes culturas antiguas y de las culturas de los pueblos originarios de nuestra Patria Grande Hispanoamericana, e impregnar de su cosmosvisión humanista, de en vez de nutrirse de los planes antinatalistas del capitalismo depredador y especulativo de las altas finanzas internacionales y terminar proponiendo la violación de la Constitución Nacional, implantando la pena de muerte, y peor que peor, no contra criminales sino contra seres inocentes e indefensos.
José Arturo Quarracino
Octubre de 2011
[1] En http://victoriadondaperez.org.ar/2009/quien-soy-2/
[2] «Toda mujer tiene derecho a decidir la interrupción voluntaria de su embarazo durante las primeras doce semanas del proceso gestacional».
[3] John Davison Rockefeller III, The Second American Revolution, New York 1973, Harper & Row Publisher, p. 64.
[4] Rockefeller Commission Report, Population and the American Future, New York 1972, Chapter 11 “Human Reproduction”: «only wanted children are brought into the world».
[5] Statement on Population, New York 1966: «We believe […] that the opportunity to decide the number and spacing of children is a basic human right». De este modo, el derecho básico y fundamental a la vida pasa a un segundo plano, subordinado al deseo de aceptar o no la existencia de un ser humano. Forma solapada de hacer prevalecer el derecho del más fuerte, frente a quien no se puede defender de hecho ni de palabra.
[6] Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, ONU 1966, artículo 6 § 1. Es evidente sin más que el artículo 1 del proyecto de los diputados VIOLA el artículo 6§1 del Pacto. Convención Americana sobre Derechos Humanos, Costa Rica 1969, Parte 1, Parte 1, Capítulo 2, artículo 4 § 1.
[7] Convención…, Parte 1, Capítulo 1, artículo 1 § 2.
[8] Convención… Parte 1, Capítulo 1, artículo 4 §2.
[9] Pacto…, Parte 3, artículo 6 § 5; Convención…, Parte 1, Capítulo 2, artículo 4 § 5.
[10] Rockefeller Commission Report, op. cit., Chapter 11: «[…] the states should be encouraged to enact affirmative statutes creating a clear and positive framework for the practice of abortion on request» and the «present state laws restricting abortion be liberalized along the lines of the New York State statute, such abortions to be performed on request by duly licensed physicians under conditions of medical safety».
[11] Código de Hammurabi: «[…] que el fuerte no dañe al débil, […] e iluminar la tierra, para el bienestar de la humanidad».
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