miércoles, 24 de agosto de 2011
ARANCEDO PODRÍA SUCEDER A BERGOGLIO EN NOVIEMBRE
Por estatuto, el arzobispo de Buenos Aires debe dejar la presidencia del organismo eclesiástico. El santafesino participa de una eventual terna con Jorge Lozano y Héctor Aguer.
Por Teresa Pandolfo
Los obispos argentinos cerraron la reunión de la comisión permanente y tienen una idea preliminar de quiénes pueden ser los “candidatos” a suceder al cardenal Jorge Bergoglio al frente de la Conferencia Episcopal Argentina, tras las elecciones estatutarias previstas para noviembre próximo.
Según la información suministrada por DyN, “existiría cierto consenso” para postular al arzobispo José María Arancedo, de Santa Fe, como presidente del Episcopado, aunque aclararon que para eso “habrá que esperar hasta noviembre”.
La eventual terna de candidatos para ocupar el cargo que Bergoglio ostentó por dos trienios podría completarse -revelaron las fuentes- con los arzobispos Jorge Lozano, de Gualeguaychú y Héctor Aguer, de La Plata. La agencia DyN menciona a monseñor Andrés Stanovnik de Corrientes como otra alternativa. Todos ellos figuran, además, para integrar la mesa ejecutiva, que también debe renovarse tras la jubilación del arzobispo Héctor Villalba, de Tucumán, y la probable promoción presidencial de Arancedo.
Algo similar ocurrirá en comisiones clave como Pastoral Social y Cáritas Argentina, dado que tanto Jorge Casaretto como Fernando Bargalló no podrán renovar mandato en esos organismos eclesiásticos, por impedimentos estatutarios.
La comisión permanente de obispos se dedicó a organizar la asamblea plenaria, de carácter electivo, de noviembre próximo y escuchó informes de temas que preocupan a la Iglesia, como el avance legislativo de proyectos para despenalizar el aborto o permitir “la muerte digna”.
Perfil
En febrero de 2003, Mons. José María Arancedo fue designado arzobispo de Santa Fe, con la misión de sanear la Iglesia Católica santafesina, que había quedado dividida por las denuncias contra su antecesor Mons. Edgardo Storni. En esta tarea, buscó profundizar la formación integral de los seminaristas y fue produciendo la renovación de las titularidades de las parroquias.
Dejó Mar del Plata, donde se desempeñaba como obispo, un mes antes de producirse la catástrofe hídrica que asoló a la ciudad de Santa Fe y localidades vecinas por el oeste y que anegó a más de 130.000 hogares. Recién llegado, fue un observador atento de la lenta recuperación de la zona y de las secuelas anímicas y económicas que dejó la inundación.
Muy prontamente, Arancedo se hizo un activo partícipe de las actividades principales de la zona de influencia de su arzobispado, con particular apertura hacia los otros credos -recompuso la relación con la Daia- y generó en la ciudad capital la Mesa del Diálogo Santafesino.
De esta Mesa -única en el país por sus características- participan representantes de las religiones tradicionales y de las universidades Nacional del Litoral, Católica de Santa Fe y Tecnológica; las autoridades de la Bolsa de Comercio, Centro Comercial, Unión Industrial, Asociación Dirigentes de Empresa, Cámara de Comercio Exterior, Sociedad Rural, Asociación Conciencia, CGT y Comisión Arquidiocesana de Pastoral Social.
Hombre de convicciones teológicas firmes pero a su vez de gran bondad y prudencia en los juicios que emite y en la política de su gestión, privilegió la misión evangelizadora con la utilización de la red social Facebook en Internet, en la que buscó llegar con sus homilías denominada “Desde el Evangelio” a los 14 millones de usuarios en la Argentina. El mensaje dominical se emite por radio; se publica desde el año 2006 en la página web del Arzobispado, se envía por correo electrónico a más de 1.700 suscriptores.
Mons. Arancedo tuvo una destacada participación en la reunión de obispos latinoamericanos que se llevó a cabo en la localidad brasileña de Aparecida. Allí los prelados analizaron los parámetros de la nueva evangelización del continente que quedó plasmada en un documento fundamental para la Iglesia Católica de nuestros días.
A su regreso dispuso la diversificación de las acciones misionales en la arquidiócesis, que llevaron a todos los barrios, y lo siguen haciendo, un mensaje de esperanza y solidaridad. El arzobispo de Santa Fe es licenciado en Teología en la UCA y doctor en Derecho Canónico, título que le otorgó la Pontificia Universidad Gregoriana, de Roma.
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