El "síndrome del corazón roto", una forma temporal de insuficiencia cardíaca aguda causada por un debilitamiento repentino del músculo cardíaco, podría afectar a más personas de lo que se pensaba, indica un estudio reciente.
Por Mary Elizabeth Dallas
La afección, también conocida como "cardiomiopatía por estrés", normalmente es desencadenada por un evento profundamente estresante, como una separación sentimental, el abuso doméstico o la muerte inesperada de un ser querido.
En este estudio, los investigadores encontraron que esta afección que es más habitual en mujeres adultas, puede también desarrollarse en personas muy jóvenes, en hombres e incluso en los que no pueden identificar un evento estresante desencadenante.
Los investigadores analizaron a 256 pacientes de cardiomiopatía por estrés en siete centros de atención terciaria, tanto en Europa como en Norteamérica, durante un periodo de cinco años. La gran mayoría (81 por ciento) de los participantes del estudio eran mujeres postmenopáusicas; ocho por ciento tenían menos de cincuenta años, y los hombres conformaban el once por ciento de los casos.
En 71 por ciento de los pacientes, los investigadores identificaron un evento estresante significativo menos de 48 horas antes del desarrollo de la afección cardiaca. De esos casos, el treinta por ciento de los desencadenantes tuvieron que ver con estrés emocional, y el 41 por ciento fueron resultado de estrés físico. En el momento del tratamiento, el 87 por ciento de los pacientes presentaron electrocardiogramas anómalos. Los electrocardiogramas son pruebas que registran la actividad eléctrica del corazón e identifican a los que están en riesgo de ataque cardiaco.
Aunque hallaron estresores claramente identificables en apenas dos tercios de los pacientes, los investigadores señalaron que estudios anteriores reportaron esos desencadenantes emocionales o físicos en hasta 89 por ciento de los pacientes de síndrome del corazón roto.
"Nuestra gran cohorte en centros múltiples demuestra que la ausencia de un evento estresante identificable no descarta el diagnóstico, y por tanto, los mecanismos precipitantes podrían ser más complejos y tener que ver con los sistemas vascular, endocrino y nervioso central", escribieron los autores del estudio en un comunicado de prensa de la revista.
Además, los investigadores revelaron que la angiografía coronaria (una prueba cardiaca de imagen común) mostró arterias coronarias sanas en 75 por ciento de los pacientes.
Las imágenes de resonancia magnética cardiovascular (RMC) también permitieron a los investigadores diagnosticar la cardiomiopatía por estrés por medio de síntomas como inflamación del corazón, un aspecto distintivo del músculo cardiaco en movimiento conocido como patrones de inflamación (ballooning patterns), una función reducida en el ventrículo izquierdo de los pacientes, marcadores de inflamación cardiaca y la ausencia de tejido muerto o tejido conectivo excesivo.
Los investigadores anotaron que las imágenes por RMC podrían proveer pistas específicas para ayudar a los médicos a diagnosticar y gestionar la cardiomiopatía por estrés antes. Por ejemplo, la función reducida del ventrículo izquierdo por lo general se puede revertir.
Los autores del estudio concluyeron que una variedad más amplia de personas que podrían desarrollar cardiomiopatía por estrés tal vez haga que la afección sea más difícil de detectar de lo que se pensaba. Una mayor concienciación de sus hallazgos es crítica para un diagnóstico y tratamiento adecuados de la afección, apuntaron.
El estudio aparece en la edición del 20 de julio de la revista JAMA.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: JAMA, news release, July 19, 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Usted puede opinar pero siempre haciéndolo con respeto, de lo contrario el comentario será eliminado.