La muerte de Miguel Ramírez luego de nueve días de agonía a causa de una bengala durante un recital de La Renga en La Plata, reabre la polémica sobre el uso no reglamentado de pirotecnia.
Desde marzo del 2010, un proyecto de la diputada porteña Marta Varela espera ser tratado en la Comisión de Desarrollo Económico de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Este proyecto propone regular la venta y el uso de los artículos pirotécnicos en la Ciudad de Buenos Aires.
“Esta ley viene a dar respuesta a innumerables inquietudes que hemos venido recogiendo desde tiempo atrás” manifiesta Varela. Hoy comenta el impacto que le causó el fallecimiento de Ramírez por una bengala: “Nos impresiona cada año la cantidad de heridos por pirotecnia en ocasión de las fiestas y ahora también hay que agregar este triste caso, a los que han muerto ya en otros recitales y espectáculos públicos”.
Según la diputada, la diversidad del daño que produce la pirotecnia en general, no sólo las bengalas, es muy amplia y como en este caso trágico, llega hasta perderse la vida. Es por esa razón que el uso de pirotecnia debiera restringirse a los grandes eventos organizados por profesionales o empresas autorizadas y no dejarse en manos de personas inexpertas. Este es un tema que debiera movilizar a toda la sociedad y a las instituciones responsables para que en cada caso se tomen medidas drásticas antes de seguir lamentando víctimas.
En relación a esto, lamenta que no se le haya dado lugar al debate en Comisión: “No hay pirotecnia inofensiva, ya que todos los productos, legales o clandestinos, tienen un riesgo potencial. Primero porque son explosivos de comportamiento incierto y segundo porque suelen ser manipulados por personas inexpertas”.
A su criterio, “hay más de cien heridos por pirotecnia todos los años en la Ciudad, la mayoría niños y jóvenes que en muchos casos ven frenadas sus ilusiones y su futuro por las secuelas de sus heridas. No queremos que haya menos heridos, apuntamos a que no haya ninguno”.
Este proyecto cuenta con el apoyo del cuerpo médico en general, hospitales de la Ciudad tales como el Hospital del Quemado y el Hospital de Ojos Santa Lucía, el SAME, la Sociedad Argentina de Pediatría, la Asociación Argentina de Cirugía de la Mano y Miembros Superiores, la Asociación de Prevención del Trauma Pediátrico, la Asociación Argentina de Quemaduras y seguramente gran parte de la sociedad.
“Es lamentable que momentos que debieran ser de festejo, de celebración y alegría se transformen en un drama para las familias, cuando podría ser evitado”, concluye Varela.
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