domingo, 16 de enero de 2011

LOS OBISPOS EUROPEOS Y NORTEAMERICANOS PIDEN A LAS NACIONES QUE PROTEJAN LOS DERECHOS DE LOS CREYENTES

La Conferencia de Obispos Europeos y norteamericanos celebrada en Jerusalén y Palestina esta semana ha hecho un llamamiento a los líderes de las naciones para que contribuyan "a una paz justa" y protejan "los derechos de los creyentes y de todas las personas de estas tierras", en un comunicado publicado al término de las sesiones.
 
Además, han pedido a la comunidad internacional que permitan "un estado viable e independiente para los palestinos" y el reconocimiento necesario "para el Estado y el pueblo de Israel", y se han comprometido a trabajar para que "en un futuro, se proteja y se respeten la vida, la dignidad y los derechos de palestinos e israelíes".

La Conferencia de Obispos ha declarado la falta de seguridad y las presiones que sufren las comunidades cristianas en la región y han señalado que las palabras del Papa en su visita de 2009 "parecen no haber sido escuchadas".

Según han subrayado los obispos europeos, la vida diaria del clero católico y las comunidades religiosas "se hace cada vez más difícil por las restricción de movimientos" a los que son sometidos. Asimismo, los obispos han denunciado las presiones que reciben los matrimonios mixtos por la diferencia de religiones y las expropiación de las tierras de particulares a causa "de la construcción del muro de Gaza".

Por ello, han pedido "enérgicamente" que concluyan las negociaciones de la Comisión bilateral entre Santa Sede y el Estado de Israel y ha invitado a continuar los esfuerzos para que se realicen "los pasos necesarios para proteger la vida, la dignidad, los derechos y la libertad religiosa" en todo el Oriente Medio.

Por otra parte, los obispos católicos han pedido a "los líderes religiosos" de todo el mundo "que se unan a ellos en estos compromisos" de paz y seguridad y que "hacen gala de valentía y responsabilidad" ante la situación de sus propias comunidades.

También han invitado a los educadores a "ayudar a los jóvenes" a crecer "en el respeto de los derechos y la dignidad de cada persona" con independencia de "sus creencias, su cultura o su nacionalidad" y ha invitado a los periodistas a "informar, no sólo de las dificultades, sino también sobre los signos de esperanza".



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