El presidente del dicasterio vaticano, ha declarado que la fe cristiana es actualmente "la más perseguida en el mundo" y, en este sentido, ha recordado que en el año 2008, de los 2,2 billones de cristianos en el mundo, más de 230 millones de fieles sufrieron discriminaciones, violencia y verdaderas persecuciones.
El presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el cardenal Kurt Koch, ha señalado que el 80 por ciento de los creyentes que son perseguidos "a causa de su fe" son cristianos, en la misa celebrada con motivo de la Jornada Mundial de la Paz en la Iglesia de Santa Catalina de Siena en Roma
El presidente del dicasterio vaticano, ha declarado que la fe cristiana es actualmente "la más perseguida en el mundo" y, en este sentido, ha recordado que en el año 2008, de los 2,2 billones de cristianos en el mundo, más de 230 millones de fieles sufrieron discriminaciones, violencia y verdaderas persecuciones.
Asimismo, el cardenal Koch ha afirmado que "todas las comunidades cristianas tienen sus mártires" y que, "a pesar del drama de la división entre las Iglesias", estas persecuciones han permitido mostrar que "Dios mismo mantiene entre los bautizados" la comunión "a un nivel más profundo a través de una fe testimoniada con el sacrificio supremo de la vida".
Además, ha apuntado que vivir como cristianos y como Iglesia significa "vivir como bautizados" y ha remarcado que el bautismo "es el arco iris de Dios sobre la vida del hombre, la puerta de esperanza que nos muestra qué es vivir como cristianos".
Igualmente, ha insistido en que la misión de la Iglesia "no se realiza hoy a través de campañas publicitarias dirigidas al consumo" ni tampoco a través de los "medios de comunicación" o de otros documentos, sino a través de los cristianos "que viven de manera creíble su fe y dan al Evangelio un rostro personal".
En esta línea, el cardenal ha subrayado que, para dar testimonio, los cristianos "deben empeñarse con determinación a favor de la libertad religiosa", un derecho que, a su juicio, está "profundamente enraizado en la dignidad de la persona".
Por su parte, el obispo castrense italiano, Vincenzo Pelvi, ha sostenido que la libertad religiosa es "la libertad de las libertades" porque sin ella "otra libertad no sólo no es posible, sino que ni siquiera es verdadera".
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