sábado, 30 de octubre de 2010

LAS SIETE LECCIONES DEL ABUELO


Un niño miraba a su abuelo escribir una carta. En un momento dado, le preguntó: “¿Abuelo, estás escribiendo una historia sobre mi?” El abuelo sonrió y contestó al nieto: “Escribo sobre ti. Sin embargo, más importante que las palabras, es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú fueses como él cuando crezcas”.


Por el Pbro. José Martínez Colín

El nieto miró el lápiz intrigado, y preguntó: “¿Qué tiene de particular el lápiz?” El abuelo le dijo: Si te fijas, hay en él siete cualidades que, si las sigues, harán siempre de ti una persona mejor:

La Primera Cualidad: El lápiz ha sido fabricado para servir a los demás; su existencia tiene sentido en la medida que ayuda a que las personas se expresen a través suyo. Tu existencia también tiene sentido en la medida que sirves a los demás, pues es una manera de amarlas. Seremos útiles si permitimos que otras personas se beneficien de nuestros dones.

La Segunda Cualidad: El lápiz tiene un gran potencial, se pueden escribir magníficas novelas o dibujar preciosas imágenes, pero solo si se deja conducir por una mano. Tú también puedes hacer notables hechos, pero no olvides que existe una mano que guía tus pasos. Es la mano de Dios. Serás capaz de hacer muchas grandes cosas, sólo si eres dócil a la mano de Dios.

La Tercera Cualidad: De vez en cuando es preciso usar el sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero esto se requiere para que esté en mejores condiciones de escribir. Tú podrás experimentar dolorosas pruebas al atravesar diversos problemas, pero ello lo necesitas para llegar a ser mejor persona: más comprensivo con el dolor ajeno, más fuerte, más tolerante ante los defectos ajenos…

La Cuarta Cualidad: El lápiz siempre permite que usemos la goma para borrar y así suprimir los errores. Tú no tienes que perder la paz cuando cometas una falta. Siempre tenemos la oportunidad de corregir nuestros pecados ante Dios cuando contritos le pedimos perdón en la confesión; y también pedir perdón a los demás cuando nuestras faltas los hayan ofendido.

La Quinta Cualidad: Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Más que las cosas que posees, que no te hacen ser mejor, la parte más importante de ti es lo que llevas en tu interior: será un buen corazón el que te hará ser mejor persona.

La Sexta Cualidad: El lápiz siempre deja una marca. De la misma manera, has de saber que todo lo que hagas en la vida, dejará tu huella ahí. Procura que siempre vaya acompañada de tu caridad, de tu amor, de una sonrisa, de una palabra amable…

La Séptima Cualidad: Te habrás fijado que el borrador es mucho menor que el lápiz. Eso indica que a pesar de que nos equivocamos es más lo que escribimos correctamente que los errores que cometemos. Haz de entender que aunque muchas veces creas que tu vida no vale, o que naciste para tener dificultades, sin embargo es más grande lo bueno que hay en ti que lo negativo. Se optimista y sigue escribiendo, pues Dios te ha dado mucho lápiz y cree en las cosas buenas que puedes hacer. No dejes de escribir tu parte en el libro de la historia en el cual Dios te ha permitido ser su coautor.

El nieto entendió todo, prometiendo recordarlo; desde entonces llevó en su bolsillo un lápiz que le recordara estas lecciones.


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