En una aviso publicitario, el peor de los insultos a la mejor de las madres un llamado a la reflexión, la reparación y la acción, dentro del orden y la ley.
Denuncia Hacerse Oír - Hablemos Claro
Lo más triste y doloroso de estos horribles actos, es que son consumados por bautizados católicos que en una clara actitud de apostasía ponen en gravísimo peligro su salvación eterna. Esta es otra de las pruebas de cómo el padre de la mentira, impulsando todas las formas habidas y por haber, ha pervertido la mente de los seres humanos en general y de los malos católicos en particular, que ya ni siquiera pueden discernir entre el bien y el mal. Desagraviemos personalmente a nuestra dulce Mamá celestial, porque si esperamos que lo hagan quienes lo tienen que hacer, esperaremos sentados.
En lo que a mí respecta, lo hago cada día de mi vida con esta jaculatoria que les ofrezco para que ustedes también la adopten como norma.
La Santísima Virgen no los olvidará y los bendecirá a ustedes y a sus familias.
"Oh María Madre mía Inmaculada deseando firmemente reparar tu Inmaculado Corazón, te ofrezco estas alabanzas como reparación y desagravio por tantos hijos ingratos que no te aman y consolar el Corazón de Tu Divino Hijo a quien tanto ofenden las injurias cometidas contra Tí.
Dígnate Madre mía recibir este pequeño obsequio".
(Repetir cinco veces las diez)
"Bendita sea la Santa Madre de Dios María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción a los Cielos.
Bendita sea el nombre de María Virgen y Madre.
Bendito sea su Corazón Inmaculado.
Bendita sea su Pureza Virginal.
Bendita sea su Divina Maternidad.
Bendita sea su Mediación Universal.
Benditos sean sus Dolores y Lágrimas.
Benditas sean las Gracias con que el Señor la coronó como Reina y Señora.
Madre mía, te amo por los que no te aman, te alabo por los que te blasfeman, me entrego a tí por todos los que no quieren reconocerte por Madre".
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En el aviso publicitario, el peor de los insultos a la mejor de las madres un llamado a la reflexión, la reparación y la acción, dentro del orden y la ley
Días atrás. fue dado a conocer que la hija de Nazarena Vélez ha posado como Virgen María junto a un Jesús negro para preparar un aviso comercial de próximo lanzamiento, que promociona una casa de venta de ropa denominada “P... Madre”.
Omitimos escribir por extenso la palabra que lleva puntos por razones obvias que el lector comprenderá, pero la misma puede leerse en toda su amplitud en el cartel del montaje publicitario. (cfr. “Puro Show”, 16-4-09).
“Vestí a Barbarita de Virgen junto a un Cristo negro y apóstoles mediáticos”, declaró la conocida vedette del espectáculo y “creadora del concepto” de la publicidad, según declaró ella misma, con motivo de las primeras tomas realizadas junto al Obelisco, en la ciudad de Buenos Aires.
“Lo más fuerte” -agregó- “llegará cuando hagamos las fotos de la última cena. Ella va a tomar el lugar de Jesús, vestida, peinada y maquillada de una manera angelical que va a contrastar con el resto de los discípulos (…) Ellos van a ser prostitutas y prostitutos (…). Barbarita, va a reflejar lo que es: una nena virginal, pura, hermosa”. (cfr. ib. id.).
Ante tamaño cúmulo de ofensas gravísimas a Nuestro Señor Jesucristo, a su Santísima Madre, a los Apóstoles, en definitiva, a nuestra Fe católica, nos brotan del corazón, en primer lugar, las palabras que Jesús pronunció en lo alto de la Cruz: “Perdónalos, porque no saben lo que hacen”. (Lc. 23, 34)
Pero también brotan de nuestro corazón los sentimientos propios de hijos que ven a la mejor de las madres, la Madre de Dios, que nos fue dada como Madre al pie de la Cruz, insultada impunemente con el peor de los insultos y, lo que agrava la injuria, presentado como si fuera algo cándido e inofensivo bajo la apariencia de publicidad.
Parecería, una vez más, que de los católicos y de su Fe “se puede hablar mal libremente”, que de ellos “se puede, es más, se les debe hacer daño”, como declaró ya hace algunos años el periodista italiano Vittorio Messori al denunciar lo que denominó la “furia anticatólica de la cultura occidental”. ( cfr. “Il Messagiero”, Roma, Octubre 2004 in ACI Prensa, 2-10-2004).
Frente a esta situación, Hacerse Oír-Hablemos Claro invita a todos los argentinos a un acto de reparación, específicamente pedido en las apariciones de Fátima (Portugal, 1917) por este género de blasfemias y a solicitar la inmediata suspensión del aviso en cuestión, por medio de mensajes que pueden enviar a través de nuestro site http://www.hacerseoir.org/
Actúe ya.
Hagámoslo estrictamente dentro del orden y la ley, pero con todo el amor de Dios de que seamos capaces recordando la solemne promesa de Nuestro Señor: “A todo aquel que me confiese delante de los hombres, Yo también lo confesaré delante de mi Padre Celestial; mas a quien me niegue delante de los hombres, Yo también lo negaré delante de mi Padre Celestial” (Mt. 10, 32 y 33).
Martín J. Viano
Lic. Araceli Ramilo Alvarez de Viano
Directores de Hacerse Oír-Hablemos Claro
Fuentes: Panorama Católico Internacional y Hacerse oir-Hablemos Claro
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