domingo, 19 de noviembre de 2017

¿DE DONDE VIENE EL ORO DESCUBIERTO BAJO SUDAMERICA?

Un equipo de investigadores chilenos halló primeras evidencias de mineral dorado sudamericano bajo las profundidades del manto patagónico. El acierto científico apuesta remecer la atribución que generalmente se le otorga a la corteza en la formación de los yacimientos.

Un equipo de investigadores del Núcleo Milenio Trazadores de Metales de la Universidad de Chile rastreó por primera vez evidencias del origen del oro sudamericano en las profundidades del manto terrestre sudamericano: la primera pista concreta en el mundo sobre la raíz del preciado metal.

El descubrimiento de las partículas de oro nativo, del grosor de un cabello, fue realizado en el Macizo del Deseado, en la Patagonia Argentina, una provincia con alta concentración de oro en la corteza, y llegó a ser publicado por la prestigiosa revista científica Nature Communications.

Las muestras fueron encontradas por el estudiante de doctorado Santiago Tassara, mientras investigaba xenolitos: pequeños fragmentos del manto terrestre -la capa del planeta que separa al núcleo de la corteza donde vivimos- que llegan hasta la superficie gracias a erupciones volcánicas.

El descubrimiento arrojó nuevas pistas sobre la formación de yacimientos minerales, los que, generalmente, se atribuyen a un origen en la misma corteza, sin considerar una raíz más profunda en el manto, considerándose sólo imágenes superficiales o "radiografías" de la corteza.

En el artículo, sus autores entregan una refrescante visión respecto a cómo el juego de movimientos internos de la Tierra pudo haber favorecido el ascenso y concentración del oro, intentando responder: ¿Por qué dichos depósitos minerales están restringidos a ciertas zonas específicas del planeta? ¿Cómo llegó hasta allí ese metal dorado?

La hipótesis

La hipótesis del equipo de investigación, liderado por el director del Núcleo Milenio y co-autor del estudio, el profesor Martin Reic, es que el manto bajo la patagónica provincia tiene una singularidad, una predisposición a generar yacimientos de oro en superficie debido a su historia, que se remonta a cuando Sudamérica y África formaban un solo continente.

La separación de ambos territorios habría sido provocada, entre otros factores, por el ascenso del manto profundo o "pluma mantélica", que junto con quebrar la corteza habría creado una verdadera fábrica química que derritió y enriqueció de metales la zona.

Más tarde, en un nuevo movimiento, esta vez de una capa tectónica bajo la otra, dichos fluidos ricos en metales circularon a través de fracturas para concentrarse finalmente en la superficie terrestre.

Esta nueva evidencia científica podría aportar a una exploración más sofisticada de yacimientos que considere no sólo "radiografías" de la corteza para su búsqueda, sino que también indague en las profundidades del manto, hasta donde podría trazarse el origen de la existencia de uno de los metales que más ha encandilado a nuestra especie.

cooperativa.cl


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