miércoles, 20 de septiembre de 2017

EXTRAÑA FAMILIA: ÉL ES ELLA, ELLA ES ÉL Y EL NIÑO...QUE SEA LO QUE QUIERA


La pareja está constituida por un hombre que dice ser mujer, una mujer que dice ser hombre y el niño, al que no le dan género.

Hombre y mujer. Estos son los dos sexos que existen. Sin embargo, la ideología de género pretende eliminarlos a favor de las “identidades sexuales”. Y en estos momentos ya son decenas, empezando a ser reconocidas algunas de ellas por ciudades como Nueva York. Una de ellas es la de género fluido, según la cual la persona se siente hombre en unos momentos y mujer en otros.

En Reino Unido está lo que se considera la primera “familia de género fluido” y que ha encontrado bastante eco en la prensa nacional. En medio de todo hay un niño de cuatro años, al que han llamado Star, y que es la principal víctima de esta situación.

Ser lo que se quiera cuando se quiera

Nikki y Louise afirman que su principal objetivo es no “imponer” un género concreto a su hijo, nacido varón, y que por ello le tratan como “persona”, con artículos neutros, y no como “niño”. Instan al pequeño a ser lo que quiera. Puede ser niño o niña en cada momento y elegir la ropa que desee.

Sin embargo, para conocer el grado de confusión al que se está sometiendo al pequeño lo mejor es conocer la situación de sus padres. Louisse nació siendo hombre y ahora es un transgénero en proceso para ser mujer.

La confusión del hijo

Por su parte, Nikki nació siendo mujer pero dice ser de "género fluido" y se identifica indistintamente como mujer y hombre por lo que unos días viste como un varón y otros utiliza tacos, se pinta los labios y usa faldas.

¿Qué pasa entonces? Que el niño llama mamá a Louisse pese a que es su padre biológico. Mientras tanto, llama papá a Nikki, que es mujer.

Ellos lo justifican asegurando que dejan que Star elija quien es cada uno. Todo lo basan en esto. Elige los juguetes que quiere, la ropa que quiera, la comida… “No le decimos quién es. Dejamos que nos guíe”, afirma Louisse. De hecho, insisten en que “nunca le decimos que es un niño, le decimos que puede ser lo que quiera”.

"Queremos ser una familia común más"

Esta pareja se conoció en 2011 en una reunión LGTB y viendo que compartían sus puntos de vista sobre la familia y el género decidieron unirse en 2012 en una ceremonia que definen como “pagana”. Un año antes de nacer el niño Louisse decidió vivir como si fuera una mujer y que tendría ocho años.

“Ninguno de nosotros se ha quedado fijo en el género en el que nacimos. No queremos que nuestro hijo se vea limitado por eso tampoco. Sólo queremos ser una familia común más”.

¿La culpa es de otros niños?

La pareja explica orgullosa que al niño “le encantan las muñecas Barbie, disfrazarse y las hadas, pero también le gustan los juguetes considerados para niños”.

Sin preguntarse si lo que están haciendo a su hijo pueda ser bueno o malo para él, los padres señalan a los otros como culpables, incluso aunque sean niños menores de cuatro años. “Star sólo ha estado en la guardería pero ya ha sido puesto bajo presión por otros niños. Vino a casa el otro día diciendo: ‘no puedo jugar con muñecas, son para las niñas’”.

Afirman que ya se habían preguntado antes “qué diría la gente, qué problemas podría causar o si nuestro hijo sería intimidado. Pero entonces nos dimos cuenta de que los niños siempre encuentran una razón para intimidar a otros niños”.

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