domingo, 5 de diciembre de 2010

EL PAPA NOS HABLA: ¿QUÉ ESPERAMOS EN ESTE ADVIENTO?



El Papa nos invita a preguntarnos en este Tiempo de Adviento: Yo, ¿qué espero? Y hacer esta misma pregunta a nivel de familia, de comunidad, de nación. ¿Qué es lo que esperamos, juntos?


Por el Pbro. José Martínez Colín


1) Para saber

Decía el Papa Benedicto XVI que la Iglesia, al iniciar un nuevo Año Litúrgico, empieza un nuevo camino de fe que nos lleva a mirar, por una parte, hacia el pasado: recordar el acontecimiento del nacimiento de Jesucristo; y por otra, a vislumbrar el futuro: esperar la segunda venida gloriosa del Hijo de Dios, cuando vendrá a juzgar a vivos y muertos.
Seguía diciendo el Pontífice que “esperar” es una dimensión que abarca toda nuestra existencia personal, familiar y social. La espera está presente en mil situaciones, desde las más pequeñas hasta las más importantes. Pensemos, por ejemplo, en la espera ilusionante de un hijo por parte de dos esposos; a la de un amigo que viene a visitarnos de lejos; pensemos, para un joven, en la espera del éxito en un examen decisivo, o de una entrevista de trabajo; en la ansiosa espera del encuentro con la persona amada, de la respuesta a una carta, o de la acogida de un perdón... Se podría decir que el hombre está vivo mientras espera, mientras en su corazón está viva la esperanza. Al hombre se le reconoce por sus esperas: nuestra “estatura” moral y espiritual se puede medir por lo que esperamos, por aquello en lo que esperamos.
Haciendo referencia a un conocido refrán podríamos decir: “Dime qué esperas, y te diré qué persona eres”.

2) Para pensar

De entre todas las esperanzas, la que ha de ser fundamento de todas ellas es la que tenemos en Dios. El nacimiento de Cristo nos refuerza la esperanza de un día resucitar, de obtener la vida eterna.
Se dice que Benjamín franklin, ya tenía a la edad de veintitrés años escrito el epitafio que quería se pusiera sobre su tumba. Para comprenderlo mejor, hay que recordar que a los doce años trabajó como aprendiz en una imprenta, lo cual lo llevó a ser un gran lector e impresor. Así decía la composición que deseaba se escribiera al morir:
«Aquí yace, pasto de los gusanos, el cuerpo de Benjamín Franklin, impresor. Como las cubiertas de un libro cuyas hojas están rotas, y cuya encuadernación está gastada; pero la obra no se perderá porque reaparecerá, según él cree, en una nueva edición revisada y corregida por el Autor».
La primera venida de Cristo nos aviva la esperanza de la resurrección de los muertos en su segunda venida al fin de los tiempos.

3) Para vivir

El Papa nos invita a preguntarnos en este Tiempo de Adviento: Yo, ¿qué espero? Y hacer esta misma pregunta a nivel de familia, de comunidad, de nación. ¿Qué es lo que esperamos, juntos?
La Santísima Virgen esperaba fervientemente la llegada del Salvador. Por ello Jesús pudo encontrar en ella una madre digna.
El Papa nos invita a aprender de Ella, Mujer del Adviento, a renovarnos con un espíritu nuevo; a intensificar la oración y la meditación de la Palabra de Dios, para que se avive el deseo de salir al encuentro de Cristo, cuya primera venida recordamos con gozo, mientras nos preparamos a su segunda venida, con atenta vigilancia y ardiente caridad.
Procuremos acompañarnos este Tiempo de María Santísima, a fin de que avive nuestra esperanza en su Hijo, el Salvador.



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