jueves, 29 de octubre de 2009

RESPONDIENDO COMENTARIOS SOBRE LAS RIQUEZAS DEL VATICANO

"Podrían vender todas esas cosas, subastarlas y probablemente alimentar a la mitad de la población hambrienta del mundo. ¡Hay tanta riqueza almacenada en la Capilla Sixtina!"

Por Carl E. Olson


Brad Lidge es miembro de los Filis de Filadelfia, que se enfrentan a los Yankees de Nueva York en las Series Mundiales de 2009. También es un católico de cuna que "sigue cultivando un cristianismo personalizado" y ahora busca "desarrollar una conexión personal con la divinidad". Y, por supuesto, sabe lo que le está pasando a la Iglesia católica.

"Si tuviera que definirme ahora sería aconfesional con un gran aprecio e inclinación teológica hacia el catolicismo", dijo Lidge. "Pero hay algunas cosas del catolicismo que no suscribo".

Esa perspectiva se endureció cuando Lidge y su esposa, Lindsay, visitaron el Vaticano.

"Si has visto la Capilla Sixtina y ves la cantidad de riqueza acumulada allí... Si deciden que hay un momento en el que realmente quieran usar eso para Dios y la causa de Jesús, podrían extenderlo", dijo Lidge.

"Podrían vender todas esas cosas, subastarlas y probablemente alimentar a la mitad de la población hambrienta del mundo. ¡Hay tanta riqueza almacenada en la Capilla Sixtina! Creo que es un crimen que esté ahí guardada. Ya no tiene sentido. La gente ha dado regalos bien merecidos a la iglesia, pero Jesús dijo: "No guardes tesoros en la tierra, sino tesoros en el cielo". Estos son tesoros en la tierra. No es eso lo que debemos hacer".

Criado en un hogar católico cerca de Denver, Lidge asistía a misa todos los domingos y servía como monaguillo. Pero la religión apenas definió sus días de juventud.

Evidentemente el sentido común, los conocimientos históricos y la comprensión de los hechos no parecen definirlo hoy en día cuando se trata de este tema. No me malinterpreten; no estoy diciendo que Lidge sea un mal tipo, estúpido o incluso anticatólico. Pero este tipo de pensamiento es bastante común y muy popular. Mencionaré tres puntos sobre los comentarios de Lidge:

- Sentido común: Los bienes del Vaticano (la Basílica de San Pedro, etc.) no tienen un valor de mercado justo. ¿Quién va a comprar el Vaticano? El mejor uso del Vaticano es seguir proporcionando un lugar de culto a los millones de personas que son miembros de la Iglesia, que a su vez son el motor económico de la capacidad del Vaticano para alimentar a los pobres. Puro y simple.

- Alfabetización histórica (y teológica): El punto sobre el culto es importante; las grandes catedrales, iglesias y obras de arte fueron creadas a lo largo de muchos siglos para ser partes esenciales, obviamente, del culto de la Iglesia a Dios. Sin duda, Lidge cree que adorar a Dios es una parte central de lo que significa ser cristiano. Estas iglesias no pertenecen a un papa u obispo en particular, sino a la Iglesia, que los católicos creen que fue fundada y es gobernada por Jesucristo. En un sentido muy real, la Capilla Sixtina y todo lo demás pertenece a Cristo. Esto es aún más significativo si se tiene en cuenta que la Eucaristía -el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Jesucristo- se conserva en iglesias y catedrales. Claro que la Eucaristía podría guardarse en un armario o en un gimnasio, pero ¿es esa la forma de mostrar respeto y amor a Cristo? ¿O de fomentar la auténtica devoción y el culto reverente?

Hechos básicos: Ningún otro grupo, movimiento o iglesia cristiana opera tantas organizaciones caritativas, orfanatos, escuelas, hospitales, hospicios y refugios como la Iglesia Católica. ¿Podría la Iglesia hacer más? Por supuesto. ¿Y hacerlo con más eficacia? Claro, pero también podría hacerlo todo el mundo. Así son las cosas cuando se trata de la realidad de los esfuerzos humanos.

Los cristianos como Lidge deberían apreciar que la Biblia que leen no existiría si los numerosos manuscritos de la Sagrada Escritura no hubieran sido conservados y copiados por los católicos a lo largo de los tiempos. Dicha conservación y copia requirió tiempo, esfuerzo, instalaciones, mano de obra y dinero, por no mencionar la creencia motivadora de que la Biblia es la Palabra de Dios y debe ser conservada, protegida y copiada. ¿Adivina quién aportó esas cosas? Sí, así es: la Iglesia Católica. Esto no significa que la Iglesia esté por encima de las críticas, pero sí que éstas deben ser informadas.

Por último, démosle la vuelta a esto: Lidge es un hombre reflexivo, bien educado y con talento. ¿Por qué, entonces, está perdiendo su tiempo jugando a un juego cuando podría ser un misionero en las selvas de África? ¿O un predicador en los barrios bajos de una ciudad del Tercer Mundo? Creo que es un crimen que ese talento esté desperdiciado en un campo de béisbol. Ya no tiene sentido.


Insight Scoop



domingo, 4 de octubre de 2009

DON BOSCO PASÓ POR SANTA FE...

“Cuánto hemos esperado este momento. Nos hemos preparado para recibirte como tú lo mereces, porque eres el padre de la niñez y de la juventud (...)”
Por Carina Andrea Villaverde de Gauna, sc. y Orlando Agustín Gauna de Villaverde, sc.
Entre bocinas, banderas, banderines y aplausos, una extensa caravana se abrió paso la mañana del sábado 3 de octubre por las calles del barrio hasta la parroquia y el colegio Don Bosco. El motivo de tanta algarabía: la llegada de las reliquias de San Juan Bosco, que llegaron en procesión.
Su visita a la comunidad Salesiana santafesina fue recibida con cantos y al grito de “¡Viva Don Bosco!” en voces de sacerdotes e integrantes de los distintos movimientos y grupos de la familia salesiana, como así también alumnos, docentes y vecinos, quienes manifestaron de diferentes modos su devoción.

En los patios del colegio se realizó una bienvenida con bombos y platillos de la mano de la Banda “Padre Manuel Ostertag” del Batallón de Exploradores; que se enriqueció con las voces del Coro del Centro Friulano de nuestra ciudad y los aplausos de toda la comunidad salesiana.

Con notable emoción y palabras simples de acento italiano, el p. Di Mántova -Director y Párroco- se dirigió a Don Bosco, y expresó “cuánto hemos esperado este momento. Nos hemos preparado para recibirte como tú lo mereces, porque eres el padre de la niñez y de la juventud (...)”. Más tarde le encomendó al santo y fundador por ésta obra que celebra sus setenta años de presencia en la ciudad, y para que la familia salesiana siga educando buenos cristianos y honrados ciudadanos.

Frente a las pancartas, inmerso en el respetuoso silencio de los presentes y bajo la mirada de María Auxiliadora, en sus labios las bendiciones, los agradecimientos y la emoción resonaron todas juntas, con un simple y emotivo “Salve Don Bosco Santo…”.

Tras el acto de bienvenida -en el que se entonaron los himnos de Argentina e Italia-, se realizó una celebración de la palabra presidida por Mons. José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe. Tras lo cual los jóvenes de los distintos movimientos e instituciones de ésta comunidad salesiana comenzaron a entonar cánticos en honor a su Padre y Maestro. Al mismo tiempo que se iban turnando para saludar y venerar de cerca las reliquias de Don Bosco.

Por la tarde fue el turno de los chicos de la catequesis que se congregaron en el gimnasio del Colegio. Todos identificados con vinchas en sus cabezas y remeras con el rostro de Don Bosco en sus pechos. Quienes recibieron a Don Bosco con una verdadera batucada: maracas, tambores y hasta porristas.

De la mano de los catequistas se desarrolló un breve acto con el malabarista quien animó el primer momento; más tarde, y dirigidos por jóvenes, se representó una escena en la que Don Bosco, el cuidador del gimnasio y los catequizando eran sus protagonistas. Luego de expresar –mediante notitas- sus deseos e intenciones al santo, los más pequeños y sus familias celebraron la misa que fue presida por el párroco y concelebrada por otros salesianos de la obra.

Al atardecer se dieron cita los jóvenes del MJS y los miembros de las distintas ramas de la familia salesiana: Exalumnos, ADMA, Cooperadores, Voluntarias, entre otros. Además de familiares y amigos de la obra salesiana había religiosos de otras congregaciones, y hasta descendientes de quienes había donado las tierras donde hoy está edificado el colegio y la parroquia. El Inspector de Nuestra Señora del Rosario (ARO) presidió la Misa, la que fue celebrada con mucha emoción.

Luego de la ceremonia religiosa se volvió a armar una algarabía juvenil, con cánticos, danzas folklóricas y expresión corporal, que no eran otra cosa que manifestaciones de cariños y de honras a las reliquias del Padre y Maestro de tantas almas. Ya cerca de la medianoche el p. Boretto tras unas breves palabras despidió las reliquias, las que fueron acompañadas en procesión con mucha emoción y expresiones de cariños donde por momentos se entrecruzaban los cánticos de los “más” jóvenes con el de los “menos” jóvenes en honor a nuestro patrono.